Resumen
En este email voy a plantearte ideas sobre la creatividad. Se trata del primero de 3 que también incluirán información sobre la imaginación y sobre lo que empezaré a llamar los Cuidadores Especialistas en ti. Claro está que estos 3 artículos se alinean con la llegada del Nuevo Gran Ciclo Energético y de la información implícita en él, que aquí llamamos Código Índigo.
Me planteé, al principio, ir directo al tema que quería, pero resultó que, al revisar lo que hay en este boletín sobre la Creatividad, encontré que a pesar de ser una de las palabras que más utilizo no he dedicado tiempo a definirla, ni trabajarla. Así que, para remediar la falta de información, he tenido que plantear estos artículos de esta manera.
Lo que encontrarás en este es una explicación de las cinco etapas que todos recorremos sin darnos cuenta al entrar en un proceso creativo. Esta explicación incluye lo que sucede en términos de creación de las ideas, pero también lo que sucede en tu cerebro, dentro del cual las áreas de experiencia (TOP) y zonas emocionales generan material, mientras la corteza prefrontal dorsolateral evalúa y convierte todo en conciencia.
Finalmente, y todavía dentro de tu cabeza, dos redes cerebrales —la que divaga (DMN) y la que organiza (CEN)— se activan a la vez para transformar un destello en un proyecto real.
Los emails de esta misma serie:
222. Creatividad sin complicaciones (este email)
Lo ya dicho en el boletín
Para empezar, lo mejor es revisar las ideas que ya están planteadas. En el email #21, que ya casi tiene 4 años, te planteaba que la Creatividad, desde el punto de vista de la espiritualidad, se asocia a la dimensión más femenina y receptiva del ser. En contraposición a esta idea, tenías a la confianza, que se corresponde con su lado masculino y activo.
En aquel momento la intención era la de comprender y equilibrar la creatividad como fuerza intuitiva y abierta, y la confianza como impulso de acción, para poder valorar energéticamente cualquier objetivo y alinearlo con un propósito espiritual. A partir de allí, no hallarás nada significativo hasta hace un año.
En el email #164 encontrarás la idea de que la espiritualidad se manifiesta a través de dos caras complementarias que son el servicio a los demás y la creatividad. Allí la creatividad aparece como una de las expresiones fundamentales de la energía espiritual, encargada de canalizar el impulso interior para generar nuevas ideas, formas y soluciones en tu mundo.
La Creatividad, en este email
Como ves, todo esto es vago e incompleto, si lo que quieres es tener una idea clara de lo que es la Creatividad. Y lo que te voy a plantear en este email es el proceso por el que ella nace. La idea implica mucha información, así que lo que encontrarás es una versión reducida y sencilla de lo que consideramos la capacidad de crear.
De manera más técnica puedes asumir a la Creatividad como la capacidad de generar o de establecer nuevas asociaciones entre ideas y conceptos, ya sean nuevos o sean conocidos, dando como resultado soluciones originales. Así que no se trata de un chispazo divino, ni de un don secreto de unos pocos elegidos. Más bien es un proceso en cinco pasos que todos recorremos, la mayor parte de las veces, sin darnos cuenta.
Claro que decir que es “un proceso en cinco pasos” no implica que la cosa sea menos mágica y extraña. Sigue siendo algo que sorprende, y no solo por el proceso mismo, sino también por la parte final del mismo. Eso de “dar como resultado soluciones originales” es, de lejos, la parte más emocionante porque, cuando interviene, los resultados son imprevisibles.
La gran biblioteca invisible
Y para entrar ya en el detalle de esta visión de la Creatividad que te quiero mostrar, empezaré por su naturaleza. Esta es la parte que permite ordenar y organizar todas las demás. Y es que antes de que siquiera tengas una idea, existe un almacén de posibilidades. Una burbuja de energía que contiene toda la información posible, al estilo del “cosmos potencial” de Friedrich Dessauer.
Debes imaginar esa gran burbuja como la información 8D de todo lo que existe, ha existido y está por existir. Es, por su naturaleza, la gran fuente independiente de ideas de toda la Creación y, por tanto, el lugar energético donde existen virtualmente todas las posibles soluciones e innovaciones antes de materializarse.
Puedes imaginar el interior de esa burbuja de energía como una biblioteca infinita, en la que cada libro contiene soluciones que todavía no se han escrito. Dentro, están todas las combinaciones imaginables de colores, palabras, formas y sonidos y tú, sin darte cuenta, navegas por esas estanterías mentales cada vez que te planteas un problema o quieres dibujar algo nuevo.
Darle vueltas hasta que tenga sentido
A partir de esa burbuja puedes asumir a la Creatividad como el proceso de acceder a esa burbuja para traer soluciones inéditas a tu mundo, en 3D. Y allí es donde intervienen tu cuerpo y tu mente, que son quienes tienen la capacidad de transformar ese potencial en formas concretas mediante lo que Anna Demina llama “semiosis proyectiva”.
Ya sé que te quedaste igual con semejantes palabros, pero verás enseguida que no es nada complicado de entender. Lo que sucede es que, lo que hacen tu cuerpo y tu mente cuando entran en esa burbuja, es funcionar al revés y justo en contra de las reglas aprendidas. En lugar de partir de algo que percibes y luego interpretas, te fijas en un potencial que preparas, le das vueltas y luego haces consciente, actualizando a tu mente y registrando la novedad como algo concreto que tiene un nuevo significado.
En otras palabras, sacar un libro de esa biblioteca que está en la burbuja no basta. Luego, a esa idea hay que darle forma. Se trata de procesar esa imagen hasta dotarla de un significado entendible para ti, y por eso tienes que darle vueltas, hasta que tenga un sentido real. Así que el acto creativo es un proceso en el que se transforman posibilidades y potencialidades en ideas y cosas nuevas y concretas saltándose las reglas aprendidas, pasando del paso 1 al paso 2. Pero todavía no podemos cantar victoria, porque nos falta el siguiente paso.
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Explica en voz alta lo que ves
Y ese tercer paso incluye, también, la capacidad que tienes de tomar esas ideas potenciales y convertirlas en cosas que otros puedan ver o escuchar. Y es que la creatividad implica la generación sea deliberada o sea espontánea, de innovaciones lingüísticas que cumplen una función comunicativa clara, según dice Uliana Kshenovskaya.
Es decir que esas nuevas ideas, de las que ya empiezas a ser consciente, tienen que poder ser entendidas por otros, por lo que tienen que pasar por todos los filtros internos que tienes en tu cuerpo y en tu mente para ser traducidas y entendibles a través de las reglas que antes rompiste.
En otras palabras, eso que ha aparecido creativamente en tu cabeza tiene que ser puesto en términos que tu cultura entienda. Aquí, en este tercer paso, es donde el lenguaje se convierte en un jugador creativo. Y tienes tres formas de poner esas ideas en palabras: puedes utilizar palabras que ya conoces y las aplicas a la nueva idea, o tomas palabras que combinas de forma nueva, o creas las palabras o las tomas de otro idioma.
La creación de nuevos conectomas
Al resumir las 3 primeras etapas, tienes que vas a la biblioteca, asocias imágenes a lo que ves y luego las vas nombrando. Ya tienes las 3 primeras partes del proceso. Y, mientras haces esto, en tu cabeza están pasando cosas. Técnicamente lo que sucede es que, a través de procesos de generación y selección mediados por redes específicas, se van generando novedades semióticas, cognitivas y discursivas.
Es decir que tu cerebro se re-cablea mientras las 3 etapas están en marcha. Y Arne Dietrich dice que lo que ocurre es que la creatividad no se sucede en un solo punto de tu cabeza, sino que es el resultado del equilibrio dinámico entre sistemas cognitivos y emocionales, deliberados y espontáneos.
Y sin ahondar mucho en el tema, tienes que saber que, mientras se suceden esas 3 etapas, hay tres grupos de neuronas que trabajan en secreto. Uno de esos grupos está formado por las áreas Temporal–Occipital–Parietal, que son las que almacenan imágenes, sonidos y conceptos. Las áreas límbicas también se implican, y son las que añaden tono emocional y, por último, el área llamada corteza prefrontal dorsolateral, que es quien controla toda la movida.
Y luego se integra la idea
Finalmente, la etapa 5, dice Anna Abraham, implica que la Creatividad se completa como proceso durante la interacción dinámica de dos redes cerebrales. Una es la red por defecto, que es dónde se genera la idea, y la otra es la red ejecutiva central, que es la que analiza, evalúa y selecciona lo que se va haciendo consciente.
Las etapas 1 a 3 se suceden casi simultáneamente, mientras las etapas 4 y 5 están activas en tu cerebro. Dicho al revés, las redes neuronales sostienen integralmente a todas las etapas de la Creatividad propuestas antes, por lo que ésta no ocurre dentro de una especie de monólogo interior fijo, sino que más bien es un baile entre redes cerebrales que implica a casi toda tu cabeza.
Y, al contrario de lo que parece a primera vista, el proceso creativo es un flujo constante entre divagar y enfocar, entre perderte y encontrarte. Eso es lo que convierte una semilla de idea en un proyecto con nombre propio, en el que intervienen muchas cosas dentro de ti. Así que, cada vez que dices algo ingenioso, dibujas un garabato, o encuentras una solución inesperada, estás recorriendo estas cinco etapas. No hay misterio ni magia oculta: es un proceso que combina filosofía, semiótica, lingüística y neurociencia. Y lo más importante es que lo haces, a tu manera, cada día.
La próxima vez que trabajes con imágenes anticipadas, o te sorprenda un destello de inspiración que no esperabas, lo único que tienes que recordar es todo el proceso que está pasando dentro de ti, siguiendo este mismo mapa.
¡Salud por esa chispa creativa que llevas dentro!
Referencias
Por si te interesa profundizar en las ideas que han dado forma a este email:
Abraham, A. (2018). The Neuroscience of Creativity. Cambridge University Press.
Demina, A. I. (2021). Progress in Art in Terms of Semiotics of Creativity. Lecture Notes in Networks and Systems, Springer.
Dessauer, F. (1958). Streit um die Technik. Josef Knecht Verlag.
Dietrich, A. (2004). The cognitive neuroscience of creativity. Psychonomic Bulletin & Review, 11(6), 1011–1026.
Kshenovskaya, U. (2020). Linguistic Creativity: Cognitive and Communicative Aspects. European Proceedings of Social and Behavioural Sciences.