Resumen
Este es un email sencillo, con algunos datos reveladores con los que podrás analizar los cambios que se están sucediendo y que te servirán de guía para que entiendas cómo es que todo lo que está pasando te afecta, de manera que puedas adaptarte mejor.
Para entrar en el tema, comenzaré por contarte que este contenido parte de un podcast de Elisa Agudo, que publicó el pasado 26 de junio, y que creo expresa muy bien el cómo se está sintiendo mucha gente en estos días. Elisa sugiere a sus oyentes, de fondo, que una solución puede ser que abran sus mentes.
Está claro que puedes pensar que esto tiene toda la pinta de ser una colaboración a dos. Y lo es, pero no ha sido intencionado. Elisa y David, su marido, se vieron envueltos en una situación rocambolesca y extraña que dio como resultado ese podcast, que resulta una solución del tipo “sanadora”, para tratar de entender lo que había sucedido. Y claro, como tienen al rarito a mano, pues tiraron del otro David, que soy yo.
Yo, por mi parte, estaba tratando de encontrar la manera de escribir sobre lo que está sucediendo, pero de manera que pudiera ayudar, sin echar más leña al fuego, y estaba bloqueado porque no veía salida, hasta que escuché a Elisa en su programa. Gracias por eso, Elisa y David.
Como ves es una colaboración no meditada, pero oportuna a más no poder. Esto es lo que Jüng y su amigo Pauli dirían que es “acausalidad”.
Solo para terminar el resumen, y poder comenzar, he de avisarte que todo el tema lo veremos en dos emails. Comenzando con éste, que es el primero, y que se corresponde al que debería haber sido publicado el pasado sábado 24 de junio.
Esos “días rarunos” de Elisa
Lo primero es decirte que mientras terminaba este email, escuchaba esa divertida canción de Bob Marley, en la que cuenta como 3 pequeños pájaros entraron una mañana por su puerta cantando “no te preocupes tanto, todo saldrá bien”.
Lo segundo es que quiero dejarte el enlace al podcast que te conté al principio, que se llama “Días rarunos”.
Son solo 9 minutos de audio. Y es muy ligero, pero también muy útil. La Elisa de la que te hablo es Elisa Agudo, que no hay que confundir con ELISA, el extraordinario examen de laboratorio que ha facilitado la vida de mucha gente, además de que les ahorra tiempo y dinero que no veas. Aunque viéndolo bien, ahora que lo he escrito, puede que eso se pueda aplicar también al trabajo de ella.
Elisa nos presenta su audio diciendo que “lo importante no es mi viaje anulado, o la alegría de mi último lanzamiento. La clave podría estar en mi gestión de las expectativas, o en mi autogestión emocional, pero ¿y las entradas de energía? ¿Qué hay de la adaptación a los nuevos tiempos?”.
Y es en ese concepto de “energía” donde está lo extraño, lo nuevo, y hasta lo no esperado. Pero no entraremos ahí, porque vamos a algo más sencillo.
Pero si la cosa te interesa, podrías encontrar alguna puerta abierta en el email #16, “Inconsciente y energía”, y explorar más en el email #103, “Los buenos son los arquetipos”.
La Pandemia que representa al cambio
Esos dos emails son, desde luego, para los fans totales del tema. Pero lo que realmente importa para este no está allí. Ahora mismo se trata de responder a cosas muy específicas. ¿Qué cambió? ¿por qué parece que nada sale? ¿por qué tengo la sensación de que todo me sale mal? Y esas son grandes preguntas, pero necesitas conocer algunas cosas antes de tener respuestas.
Lo primero es que necesitamos localizar el momento en que todo cambió. La idea que quiero que explores es que la Pandemia puede utilizarse, aún con mucho dolor, como una metáfora del momento en que todo ha cambiado. Y tú pensarás que todo es palabrería, pero no lo es. Fíjate en algo que aparentemente nada tiene que ver con todo esto, pero que te resultará muy útil para entender lo que sucede.
Una empresa llamada Gallup, publicó en 2021 un libro llamado “Bienestar en el trabajo” (Wellbeing at work). Gallup es una “empresa de análisis global, asesoría y de formación que ayuda a líderes a resolver los mayores problemas de las organizaciones a las que pertenecen”, según su propia definición. Y en este libro, por primera vez, ponen en blanco sobre negro un par de conceptos sobre los que ya trabajaban, pero que no habían visto tan claros hasta que terminó la pandemia.
Una cosa es lo que es, y otra, el cómo te sientes
La idea con la que toparon es que cuando tú hablas de bienestar, es decir lo que tú llamarías “estar bien”, en realidad se refiere a dos cosas diferentes. La primera tiene que ver con cómo tú ves tu propia vida, y la segunda es cómo es que tú vives esa vida. Para explicarlo de otra manera, la primera parte es una valoración global de tu vida, mientras que la segunda es cómo es que tú experimentas esa vida, cada día en el que la vives.
Lo que descubrió Gallup con sus datos, hablando y registrando ideas de personas en 30 países, es que los dos aspectos van juntos. Y que están tan unidos, que nadie se había dado cuenta de ello antes. Pero la cosa es sencilla a más no poder. Una cosa es cómo ves y valoras tu vida, y otra cosa es cómo la experimentas.
Puede que tengas casa y trabajo. Eso es un hecho. Pero las valoraciones que haces de ello las basarás, aunque tú no lo admitas, en las referencias comparadas que puedes hacer a partir de lo que sabes que tienen tus vecinos, tus amigos y tu familia. Además, y ahí está lo genial de todo esto, es que lo que experimentas, es decir, la manera en que vives eso día a día, nada tiene que ver con esa valoración que hagas.
Puede que tengas casa y trabajo, pero que estés experimentando un exceso de emociones positivas y negativas que te impidan disfrutar de ello. Porque resulta que el estrés, la tristeza y la ira puedan más que la alegría y las risas en un momento dado, o peor, que se alarguen en una serie sucesiva de momentos que terminen por causarte languidez.
Ahora, pongámoslo todo junto
Vamos a poner, ahora, lo que llamo el “cambio energético” junto con lo que Gallup ha demostrado con sus estudios de campo. Te recuerdo, antes de hacerlo, las preguntas que dejé sin responder más arriba.
¿Qué fue lo que cambió?
¿Por qué parece que nada sale?
¿Por qué tengo la sensación de que todo me sale mal?
Verás, lo que cambió es la manera en que nos relacionamos unos con otros. Para enfrentar esos 18 meses de encerramiento, nuestra cabeza ha tenido que crear nuevas maneras de pensar, y muy rápido. Algunas de esas nuevas formas son muy buenas y otras no tanto. Aun así, insisto, lo hicimos. Tuvimos que hacerlo todos, de mejor o peor manera, para adaptarnos y poder sobrellevar esto.
Pero ahora, que ya no hay pandemia, tenemos como resultado una nueva estructura mental que nació de ella, enfrentada a los recuerdos de “cómo eran y se hacían las cosas antes”. Pero las cosas eran y se hacían así porque pensábamos de una forma que ya no existe. Así que cuando las cosas “pasan” no te gustan, porque no se ajustan a lo que tu mente espera.
La nueva estructura mental persiste, porque ésta no cambia chasqueando los dedos o por un decreto del Gobierno, sino por procesos que el propio inconsciente identifica como vitales.
Te encuentras sin salida
Así que, si las cosas son como antes, no te gustan porque “tu nueva mente” no las acepta. Pero, si las cosas son diferentes a lo de antes, tampoco te gustan, porque no coincide con lo que tu recuerdas sobre cómo deben ser esas mismas cosas.
La sensación es rara, ya lo sé.
Pero lo es si, y solo si, entiendes lo que está pasando dentro de ti. Cuando no lo entiendes aparece la frustración, el dolor, la rabia y la desesperación en muchos casos. Para muchos de nosotros eso termina convirtiéndose en languidez, que es esa sensación de que “hay que hacerlo, porque hay que hacerlo” pero que no tienes ningún ánimo de seguir, porque no ves salida, no ves futuro y tus esperanzas se alejan de ti.
La solución que te propongo es librar esa batalla dónde comenzó. En tu cabeza. Y hacerlo en el sentido contrario de la languidez, que es imaginar. Y aunque continuaremos con esta idea en el siguiente email, lo que sugiero ya está planteado aquí, porque tu bienestar depende tanto de lo que logras como de cómo percibes eso que logras.
Sea que trabajas en tu mundo personal, o que lo hagas con la Riqueza, solo tienes que darte cuenta de que hay una estrella, que es del Cielo, y un árbol, que es de la Tierra. Y ambos te apoyan y te sostienen, en lo que tienes (Tierra) y en lo que piensas de eso que ya tienes (Cielo). Justo las dos valoraciones que Gallup encontró que eran significativas en sus estudios.
Visto así, no suena tan disparatado, ¿no?
Emails de esta serie
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Gracias David!
Gracias David!