Este es el email del sábado que recibes el martes. Culpa de la tierra de los Majos, redescubierta y bautizada por un varesino.
Resumen
Vamos a por unas ideas, aclaratorias y prácticas, sobre cómo ir creando tu sueño, dirigiendo tus energías para dar forma en tu vida algo parecido a lo que tu sueño te muestra.
Escucho de fondo, mientras escribo, una versión de Arturo Sandoval de “Aprés un rêve”, una canción de Gabriel Fauré. Lo interesante de la canción está en la letra –aunque esta versión es instrumental–, que habla de alguien que encuentra, en un sueño, la felicidad. En ese lugar, que visita el soñador, todo es más claro y brillante. Y llega hasta allí porque el sueño le ha llamado hacia la luz. Todo termina cuando despierta y solo anhela volver a soñar.
El final del poema, utilizado para poner letra a la canción de Fauré, expresa muy bien la diferencia que hay entre lo que imaginas en tu mente, como un sueño perfecto, luminoso, y lleno de luz, y la realidad cuando abres los ojos y todo está como está. Esta es una buena manera de explicarte, poéticamente, la idea que te proponía en el email 76, “Tener un sueño”.
Esa frustración, al volver a lo real, puede ser esgrimida por muchos para justificar el “abre los ojos”, el “deja de soñar” o el “sé realista”. Lo que te propongo es que para ti sea la expresión de la diferencia que existe entre ese ideal utópico, y lo que llevas construido de ese sueño, en tu vida real. Si tu vida se parece al sueño, todo va bien. Y si no se parece, entonces utilízalo como un mapa. Conviértelo en tu guía para dirigir tu vida hacia ese ideal, y poder así terminar de construir lo que el sueño te muestra.
Investigar, el primer paso
En ese camino, tu primer trabajo es identificar las imágenes del sueño. Cada imagen es una idea. Una parte del sueño total. En otras palabras, el sueño es un conjunto de imágenes, todas ideales y utópicas, que te muestran el total de tu potencial. Por eso ir identificándolas, una a una, es un trabajo potente y que causará mucho crecimiento interno en ti.
Recuerda, y ten siempre en cuenta, que no quieres que esas imágenes se realicen tal cual, solo quieres identificarlas para que la información que contienen pase a tu vida, y todo tome forma. Ya imagino que esto puede parecer un poco confuso, pero debes aceptar que esas imágenes solo contienen energía para ti y que, al trabajar con ellas, esa energía se libera.
Cada una de ellas necesitará que investigues cosas, porque lo normal es que se refieran a algo nuevo y diferente de lo que estás haciendo en tu vida. Lo que te propongan las imágenes te ayudará a salir de tus rutinas, que son las que te dan la sensación de seguridad. En otras palabras, al investigar cosas sobre lo que ves en las imágenes de tu sueño, vas a entrar en la incertidumbre. Nunca vas a saber, a ciencia cierta, lo que sucederá cuando lo hagas, ni dónde vas a terminar.
Puede que hacerlo te produzca un poco de miedo, pero eso no debería detenerte. Lo que sí tienes que saber, sobre esto, es que los pasos que das al seguir las imágenes de tu sueño siempre te enriquecen, y te preparan para lo que venga.
Esa es la manera en que el “tú”, que te trajo a este mundo, te ayuda a hacerlo mejor, utilizando tu inconsciente como medio de comunicación.
Un sueño se construye
Pero muchas veces, si es el miedo o la rabia quien te dirige, puedes terminar por tener la motivación de trabajar por evitar algo que no deseas que suceda. Eso es posible. Y yo no lo cuestiono. Si haces eso imagino que tus razones tienes para ello. Pero eso nada tiene que ver con tu sueño y es una trampa que debes evitar, en lo posible.
Un sueño no se trabaja para evitar cosas, sino para construir, para lograr un resultado positivo y lo más parecido a lo ideal y utópico que se pueda. Cuando decides construir tu sueño no queda otra que ganar, porque cada pequeña cosa que logras que entre en tu vida, es un paso más hacia adelante, hacia tu ideal de vida.
Como resultado de decidir construir tu sueño, dejarás de reaccionar compulsivamente a las expectativas y necesidades de otras personas, de cambiar de dirección y de luchar constantemente. Desde luego que el camino no es perfecto y exento de retos. No quiero que pienses eso. Se trata de vivir, y eso siempre es complicado. Pero la diferencia está entre vivir algo que nada tiene que ver contigo o, al contrario, construir tu sueño.
Confianza en ti
Lo que sí que necesitarás es confianza. Por eso quiero que tomes en consideración dos ideas que son importantes sobre ello. La primera es que la confianza se refiere, siempre, a ti. No existe algo como “la confianza en la vida”, porque la vida es esencialmente incertidumbre y lo que causa en ti es inseguridad. Por eso, de lo que se trata, es de “manejar tu inseguridad de una manera saludable y productiva”.
Te lo muestro de otra manera, para no quedarme con las ganas. Es la vida la que te hace pasar por cosas que no esperas, o por cosas que no conoces. Y eso es estresante, para ti y para todo el mundo. Pero si tu reacción se vuelve en tu contra, entonces la incertidumbre se transforma en inseguridad que, si se prolonga en el tiempo, acaba con tu confianza en tus habilidades personales.
Acepta que la incertidumbre en la vida existe. Luego entiende que esa incertidumbre es reconocida por tu mente produciendo una sensación de inseguridad. Eso no puede eliminarse, pero lo que si puedes hacer es un buen reconocimiento personal de tus habilidades y capacidades, y luego apoyarte en ello para hacer lo que tengas que hacer.
La segunda idea: haz
Una vez que has hecho esa búsqueda y recuperado tu creencia en tus capacidades para enfrentarte a lo que la vida te está ofreciendo, y la incertidumbre que conlleva, entonces haz algo. No te quedes sin hacer nada, analizando el análisis de tus capacidades.
Asume que, aunque lo hagas muy bien en otras cosas, puede que en las nuevas no lo hagas tan bien. Al menos al principio. Por eso “hacer” en la dirección de construir tu sueño, es importante. Al ponerte en marcha crearás nuevas fijaciones en tu cuerpo, lo que significa que asumirás nuevos comportamientos, a través de la experiencia de “hacer”. Insisto, no construirás tu sueño en tu mente, porque ya existe allí. Es imperativo que lo empieces a crear aquí, en 3D, en tu vida real. Y eso no sucede con especulaciones mentales recurrentes, que lo que harán es aislarte de tu realidad.
Por muy extraño que pueda parecerte, tu sueño no se construye con frases positivas, ejercicios mentales elaborados, ni visitas a tu terapeuta. Hay que hacer, hacer y volver a hacer. Como sé que esta parte puede ser estresante, te dejo esta guía sencilla para que puedas recurrir a ella, como resumen.
Aprende. Investiga todo lo que puedas sobre lo que sueñas construir en tu vida. Todo lo que consigas, en ese sentido, será poco.
Actúa. Luego de un tiempo se hace imperativo hacer prácticas, y ponerte a hacer cosas. Si estás siguiendo tu sueño querrás hacerlo. Tu cuerpo te lo pedirá. Se trata de no bloquear la sensación, y ponerte a hacer. Aunque tu mente tenga miedo.
Ajusta. Nunca des nada por definitivo. Deja lugar al cambio, a la adaptación y a poder acoplar las cosas en tu vida.
Construir tu sueño es un proceso, en el que la comunicación con tu espíritu se va desarrollando en la medida en que eres capaz de seguir las instrucciones que recibes en esas imágenes que te envía a través de tu inconsciente. Haz, porque nunca podrás equivocarte si sigues tu sueño.
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Holita, que es un varesino ?