Resumen
Para comenzar te diré que éste es el primero de 4 emails dedicados a la Riqueza. Es decir que la serie dedicada a tu Espíritu y a tu Energía de Realización, la dejamos por un momento para ver una foto mayor de lo que pasa dentro de la energía.
En este primero voy a presentarte la idea curiosa y extraña de que la riqueza tiene su propia fuente. Imagino que, así dicho, es un poco brusco y que, además, te preguntarás que tiene que ver esto con todo lo demás que has leído hasta este momento.
Así que, antes de seguir, quiero puntualizar lo que implica que la Riqueza tenga su propia fuente. Ya sabes, por los emails anteriores, que tú desciendes de tu Espíritu, y que para ello utilizas una energía que te es propia, que es la Energía de Realización.
Ahora fíjate en esto. Igual que tú vienes de tu Espíritu, que es tu fuente, la Riqueza “baja” con su propia energía, porque ella también tiene su propia fuente. Pero, a diferencia de ti, que tomas forma en un cuerpo, que es la expresión de tu fuente, la Riqueza solo toma forma a través de las actividades que haces, con el solo límite de que eso que haces no esté relacionado con el ocio.
Y para terminar este resumen y poder continuar con esta idea, debes saber que esta serie de 4 emails, que comenzamos con éste, es un avance de los temas que veremos en el MME-23, y que girarán en torno a profundizar en la relación con esta energía, que es la Riqueza.
Curiosa y extraña
Lo siguiente, y antes de seguir, es llamar tu atención sobre el hecho de que desarrollar esta idea me tomará 4 emails. Así que tómalo con calma, porque es más que probable que algunas cosas no queden tan claras al principio. Todo dependerá de qué es lo que piensas, y cuáles son tus creencias sobre lo que es la energía.
Dicho eso vamos al tema de este email. La riqueza tiene su propia fuente. Imagina, de entrada, que antes de nacer todos vivimos en un lugar. Digamos que es como el cielo. No te confundas con “el otro Cielo”, el que escribo con mayúscula, que es un tipo de Energía. Hablo del cielo, con minúscula, que es una imagen cristiana, una especie de hogar, del que venimos y al que volvemos cuando morimos, y que se parece mucho al Monte Olimpo, en el que vivían los dioses griegos.
Insisto, estamos imaginando. Este es solo un ejercicio mental que pretende hacerte más fácil el entender la idea que quiero mostrarte. No significa que esto sea verdad.
Así que ahí estamos todos, en Espíritu, viviendo en el cielo. Pero además de ti estaba “otra persona”, cuyo nombre es Riqueza. También en forma de Espíritu. Imagina que, antes de bajar, hablaste con ella y quedaron en trabajar juntos un día. Acordaron que lo harían aquí abajo, cuando ya tuvieras un cuerpo, y fijaron una fecha para el encuentro. Luego, tú bajaste por tu cuenta, y ella hizo lo propio.
Grande, grande
Pero tú ya sabes que tu Espíritu, al bajar, se adapta a tener una forma. Esa forma es lo que llamamos cuerpo. Me refiero, para que no haya dudas, al tuyo. Me refiero a eso que tiene dos piernas, dos brazos, un tronco más o menos gordito y una cabeza. Y, aunque parezca una tontería, en realidad tengo que decirlo así porque “tu bajada”, es a través de una vía muy cerrada. Es decir, tu Espíritu no puede bajar y equivocarse de “puerta”, terminando en un elefante.
No es que no puedas ser un elefante. Digo que eres un ser humano, porque desde que empezó su bajada, tu Espíritu ya tenía eso en mente. Y esas cosas no se cambian de la noche a la mañana. Para que me entiendas, tu Espíritu no es como mi vecino, que cada vez que va al baño, cambia de opinión. Insisto, para dejarlo claro. Cuando tu espíritu, que está en el cielo, dice que baja para algo, eso va a misa.
Pero la Riqueza, que tiene un Espíritu muy grande, no baja igual, ni en las mismas condiciones. De entrada, es tan, tan grande, que puede ocupar amplias y grandes zonas del espacio en el universo. Pero digamos que “flota” en ellas, sin tomar forma por sí misma.
Tomando forma
Luego, llegado el momento, y mientras vive en todo ese Espacio-energía que habita, la Riqueza empieza a contactar con las personas con las que tiene un acuerdo, y así empieza su realización. Esas personas, a partir de allí, le pedirán que intervenga en todas las cosas que ellos hacen, haciéndoles la vida más fácil. En contraprestación, la Riqueza toma forma a través de las actividades que ellos realizan.
Claro que aquí imagino que tu mente puede que se ría, porque igual aprendiste, en tu niñez, que el Espíritu es humano y que ninguna otra cosa tiene Espíritu. Pero ahí está la gracia de todo esto. Hay muchos Espíritus, que toman forma de diferentes maneras.
Por ejemplo, la Tierra tiene su Espíritu, que al bajar dio forma a este planeta. Pasó por su fase de gestación, como tú, hasta que se hizo redondito, empezó a dar vueltas y tumbos, y ahí sigue. El Sol también tiene su Espíritu, que pasó por algo parecido. Así que la Riqueza, en ese punto, pasa por un proceso semejante al tuyo. Viene de su propio Espíritu, que es su fuente.
Y luego empieza a trabajar contigo
Volviendo al tema, cuando reconoces a la Riqueza como energía, ella empieza a intervenir en las cosas que haces. Lo hace en los 4 ámbitos que tienen que ver con tus Actividades de Realización, que son diferentes de tus Actividades de Ocio. Hablaremos de ello más tarde. De momento esos cuatro ámbitos son:
Intención. Que es tu contribución, y que está asociado al valor que puedas aportar a través de las actividades que haces y que estén ligadas al trabajo.
Tener energía. Que es como ejerces tu influencia, y que está asociado a la energía que tienes disponible para tus actividades, orientadas al colectivo y ligadas al trabajo.
Hacer. Que es lo que efectivamente haces, y que está asociado a tu trabajo, que son Actividades de Realización, es decir, a todas las cosas que haces, las cobres o no, y que no tienen nada que ver con el ocio.
Terminar. Que es cuánto es lo que eres capaz de crear en 3D, y que está asociado a lo que logras concretar de verdad, es decir, tu capacidad de hacer lo que hay que hacer, para que las cosas realmente existan en 3D.
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Estoy de repaso, me gusta como lo explicas, muy fácil de entender. Gracias 🙂