86. Espíritu y espacio personal

Tu espacio como refugio

(Este email corresponde al del sábado 01 de octubre de 2022)

Resumen

Vamos a continuar en la misma línea que los últimos emails, los que van desde el 68 hasta el 85. Éste, especialmente, contiene una idea interesante y curiosa.

Resulta que tu espíritu, que es energía, toma su propio espacio mientras baja, mientras entra en la materia. Eso puede tomarse como una contradicción, pero es que tu espíritu no tiene espacio. No lo necesita. Por eso es un suceso importante que lo tome, porque así es como tú apareces aquí.

Para mostrarte mejor la idea, te diré que tu espíritu desciende cuando decide tener una experiencia en 3D. Toma capas y capas de energía hasta que se crea la última, que es tu cuerpo físico, y naces. Es como cuando vas a un país nórdico en el que, para salir, tienes que ponerte capas y capas de ropa para poder aguantar el frío que hay fuera.

Al final, todo ese camino de bajada, tomando energías que pasan a ser las suyas, conforman también lo que es tu espacio energético personal, y de allí es de dónde sale “tu energía”.

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Sin forma definida

La verdad es que esta es una idea interesante. Y lo es porque todo eso sucede debido a que tu espíritu, en su estado más original, no tiene forma, porque no tiene espacio. Se puede decir que es información sin un contenedor.

Para que no te pierdas, mira este ejemplo. Imagina un teléfono en el que guardas un documento importante. La información, dentro de ese dispositivo, sería como el espíritu. Está dentro, pero no en papel. Se guarda, pero no “existe” tangiblemente.

Por otro lado, el teléfono mismo sería como tu cuerpo. Por dentro tiene circuitos, piezas, cables y memorias. Y esas piezas, que conforman al teléfono por dentro, son como las partes energéticas que sostienen a tu espíritu aquí, en 3D. Podemos decir, sin equivocarnos, que tu Espíritu puede moverse dentro de ese artefacto, porque existe y está allí dentro.

Pero ahora imagina que quieres enviar a alguien ese documento importante, y lo haces a través de la conexión a Internet que tiene tu móvil. Eso quiere decir que sale de él, pasa por la Wifi y viaja por el aire. Pero el aire no se ve. La información tampoco, pero está allí. Sin embargo, el documento que enviaste, por un momento vive dentro del aire. Se mueve a través de las ondas que viajan desde tu teléfono móvil, a la torre de telefonía más cercana.

La energía de Realización

Esa onda, en la que viaja tu documento, es como un coche, que lleva la información por el aire. Y esta imagen es importante porque el documento es como el Espíritu, y la onda es como la Energía de Realización. Es decir, tu Espíritu para bajar y nacer, siendo tú, se apoya en esta energía.

Ahora sigamos imaginando, porque tarde o temprano el documento, dentro de la onda, llega a otro artefacto, comenzando por la wifi de la persona a la que se la enviaste. Allí empieza a ser convertida en algo que se pueda ver, que se pueda leer o, incluso, imprimirse.

De la misma manera el espíritu, llevado por la Energía de Realización, va pasando por energías con las que se “va vistiendo”, creando sus espacios, y así poder vivir en 3D. Es un proceso que se puede llamar descenso. Algunos lo llaman caída, y otros en-carnación, es decir tomar un cuerpo.

La fuente de energía

La parte práctica para ti, dentro de este proceso, es que para bajar –es decir, para crear tu cuerpo–, tu Espíritu necesitó una cantidad enorme de energía. Y la tomó de la onda por la que bajó, que es la de la energía que llamamos “de Realización”.

Pero regresemos al principio. Todo ese periplo para bajar que hace tu Espíritu, deja un camino hecho. Lo va construyendo él, al ir descendiendo y materializándose. Puedes imaginarlo como un camino de energía perfectamente construido, por el que baja toda la información de tu Espíritu.

La clave está en entender que toda esa información es accesible para ti, dado que tú eres él. Es decir, esa información es tuya. La dificultad está en lo que crees que sabes, pero jamás en que eso sea inaccesible para ti. Cuando la “lees”, esa información es traducida por y para ti. Se convierte en tus deseos, tus anhelos y, si te lo curras un poco, hasta en tus objetivos.

Aprovechando esos espacios

Si cierras los ojos, puedes imaginar el mismo camino, pero haciéndolo a la inversa, yendo de subida. Ese puede ser un ejercicio curioso, pero en realidad inútil, dado que todas las imágenes serán solo construcciones mentales.

Pero existe el truco, mucho más útil, que es el de imaginar “un lugar especial”, que puede ser una construcción de un mundo de energía al que visitar. Ese mundo representa al total del camino, y a todos los espacios que creó tu Espíritu en su descenso. Allí puedes encontrarte y hablar con él.

Ir allí frecuentemente, y conectar con tu Espíritu conscientemente, es un ejercicio que hará que termines aprendiendo a “cargarte con tu energía”. Es una energía limpia y, lo más importante, es tuya, y solamente tuya.

Eso es lo más parecido que he encontrado a “ser tú” y, una ventaja extra es que, en tus viajes a visitar a tu Espíritu en ese lugar especial, te limpiarás progresivamente de todas las cosas que no son tú. Tu Espíritu es el limpiador y cargador energético natural, del que no deberías prescindir en tu camino espiritual, porque es tu refugio.

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