Resumen
Este email es muy práctico y sencillo. Se centra en recordarte que septiembre es el momento de revisar y reponer objetivos. Seguro que, si ya tienes tiempo trabajando con ellos, sentirás la necesidad interna de revisarlos, por la razón que sea.
Si es así, tu intuición es correcta, porque es durante el 9º mes del año que debes revisar y ajustar los objetivos que has ido trabajando durante los últimos meses, y lo haces con vistas a un año. Es decir, piensas en lo que quieres conseguir en los próximos 12 meses, tal como hiciste a principio de año.
Una razón un poco rara
La razón energética para utilizar este momento es que el sol pasa por un punto muy especial, situado a 27 grados de Virgo, cada año. El problema con estas fechas es que ese es el momento aproximado del equinoccio de otoño, lo que hace que el punto sea poco detectable.
En general, los antiguos astrólogos dicen que ese grado de Virgo es positivo, pero no tengo referencias de que alguien haya desarrollado ese punto, en particular, como si hubiera un objeto celeste que representar. Es decir, como si fuera un planeta o una estrella.
El punto apareció repetidamente en varios testeos entre 2004 y 2007, al trabajar los 4 cuartos del año. Pero siempre lo hacía mezclado con el equinoccio de otoño. Finalmente pudimos separarlo energéticamente, y empezar a trabajar con él, más conscientemente.
El objeto lo identificamos como una estrella enana marrón, situada a unos 3 años luz de aquí, entre nuestro sol y Alfa Centauri, . Es ligeramente más grande que Júpiter y con, al menos, 3 planetas gigantes que la orbitan. Lo que hace interesante a este objeto es que lo testamos como una hermana de nuestro sol, lo que implicaría que estamos dentro de un sistema binario de estrellas.
Los resultados de estos testeos son muy extraños, porque parece muy lejana para ser la hermana enana y de piel oscura del rubiales, pero el objeto está allí, y eso está claro.
Lo que implica
Como objeto estelar que es, tiene una energía implicada que le envuelve, y desde la que se manifiesta esta estrella. Esa es la que puedes llamar “su parte energética”, y que es la que puedes utilizar.
Como energía, este punto te aporta una representación de tu conexión con lo invisible y lo que esto implica para ti, como ser humano. Esta conexión, accesible desde la toma de conciencia de este lugar, es una puerta hacia lo que eres energéticamente hablando. Puedes asumirlo como la manera en que puedes localizar la energía de la que vienes, la que te emana, y crea toda tu presencia en 3D, que es lo que ves en el espejo cuando te pones frente a uno.
Así que, y ya en términos prácticos, las fechas del 21 y el 22 de septiembre de cada año, marcan un buen momento alrededor del cual puedes repasar tus objetivos, alineándolos con esta energía. Por eso este mes es como una ventana a través de la cual, tu sueño y tú, tenéis una especie de momento especial de conexión invisible, que es la que te impulsa a dar comienzo a unas cosas, a retomar otras y, como no, a dejar de hacer algunas.
Tu ejercicio para este momento
Por eso es una buena idea el conectar con tu sueño, y mientras lo haces, ir revisando la lista de cosas que quieres. Elimina las que pienses que no van, incluye las que no están pero que no has anotado y, sobre todo, es un buen momento para soñar cosas imposibles y lejanas.
La energía es propicia para que te atrevas a ir más lejos, y a desear esas cosas que parecen imposibles, pero que en este momento del año se hacen cercanas y factibles. No te preocupes, ni intentes establecer las formas de cómo es que todo eso que sueñas va a ser posible. En este punto es útil que recuerdes al atributo que implica Artemisa, que es el de poder entrar en un espacio en el que deseas estar, pero dentro del cual no sabes que hacer.
Cierra los ojos, e imagina que te vas a hablar con tu espíritu, cuya casa tiene una puerta que está a 27 grados de Virgo. Pídele que te muestre el potencial que tiene tu vida. Ese es tu sueño. Luego invita a Artemisa a participar, y a que te aporte la gracia de construir todo lo que puedas de ese sueño, dentro de tu vida manifestada.
Como dice el coro de September, la canción de Earth, Wind and Fire,
Ba-dee-ya, dime, ¿te acuerdas?
Ba-dee-ya, bailando en septiembre
Ba-dee-ya, nunca hubo días nublados.
Ba-dee-ya, dime, ¿te acuerdas?
Ba-dee-ya, bailando en septiembre
Ba-dee-ya, los sueños dorados eran días brillantes.
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