Resumen
Vamos con una idea que puede ser determinante y clarificadora para ti. Iré al grano, directamente, luego ya veremos si logro explicarme.
Lo que deseas, y que has escrito como tus objetivos, necesita de energía para poder realizarse. Y tú debes procurar esa energía, para que todo fluya como tú quieres. Sucede así porque tus objetivos existen separadamente de ti, pero a la vez dependen de que les aportes lo que necesitan para poderse realizar, para que se hagan reales y entren en tu vida, trayendo lo que les pides.
No son diferentes de tu cuerpo físico, que necesita vitaminas y minerales para funcionar, y que debes aportarle tú, mientras te alimentas, para nutrirle. Puedes decir, sin temor a equivocarte, que tus objetivos necesitan de una buena energía que los nutra. Por eso siempre necesitas más energía.
Alimentar o nutrir
Comencemos por esta analogía con tu cuerpo físico, para entrar luego en el tema de este email. Hay una diferencia enorme entre alimentarse y nutrirse. Una vez que empiezas a aprender cosas sobre lo que es natural, y lo que es sano, te das cuenta de que alimentos hay muchos. Pero para encontrar algo que te nutra, en realidad, hay que buscar un poco dentro de toda la oferta alimenticia.
Me explico, por si esta es una idea nueva para ti. Un alimento es cualquier cosa que un ser vivo sea capaz de comer o beber para subsistir. Pero no todo lo que comes es capaz de aportarte lo que necesitas para sostener, mantener, reparar, regenerar o recuperar las partes de tu cuerpo que se van perdiendo –o gastando– mientras vives. Lo primero es alimentarte. Lo segundo, nutrirte.
Por eso, aun a pesar de que comes todos los días, puede faltarte una vitamina o un mineral.
Ese mismo principio que sirve para nutrirte o, dicho de otra manera, alimentarte mejor de lo que simplemente es “comer”, puede aplicarse a tus objetivos. Igual que tu cuerpo, tus objetivos nacen, y crecen. Lo hacen hasta que se hacen reales, y entran en tu vida.
Varios tipos de energía
Igual que los alimentos, no necesariamente todo lo que haces aporta energía a tus objetivos. Fíjate en este ejemplo. Imagina una persona que come, todos los días, arroz, carne y ensalada. No parece que sea una mala dieta, pero es incompleta. Solo eso no aportará todo lo que necesita un cuerpo.
Ahora imagina un objetivo como si tuviera cuerpo. No puedes darle lo mismo todo el rato, porque van a pasar dos cosas. La primera es que deja de avanzar. Y lo hace porque le das lo mismo de comer, todo el tiempo, a tu objetivo. La segunda es que le saturarás. Darle mucho de un solo tipo de energía hará que parte de lo que tiene que solucionarse, para que el objetivo se cumpla, no se resuelva. En consecuencia, el objetivo se detiene o llega incompleto.
Así que necesitas aportar varios tipos de energía, para que todo se realice lo más parecido posible a lo que imaginaste, y que quieres que suceda, o quieres lograr. Claro que en este punto es cuando imagino que te preguntas cuáles son los tipos de energía y dónde “se compra” eso.
No es difícil y es probable que las conozcas, solo que igual no las has visto como si fueran “vitamina y minerales” para tus objetivos. Así que ahí va. Necesitarás una buena cantidad de Autoestima, un buen poco de Riqueza, una cuantiosa porción de energía para limpiar, y una copiosa y abundante dosis de energía para resolver.
El objetivo está en ti
Ahora avancemos un poco más. Ya entiendes que tus objetivos necesitan de Autoestima y de Riqueza. También necesitan que todo lo que tiene que ver con ellos esté limpio, y lo más resuelto posible.
Ahora imagina, para completar la historia, que tus objetivos los llevas en el vientre. Como si fueran bebés que tienen que crecer dentro de tu cuerpo. Claro que ya sabes, por analogía, que lo que come la madre es lo que come el bebé. Así que, si te llenas de Autoestima y de Riqueza, tus objetivos también lo hacen. Si te limpias, limpias a tus objetivos. Si resuelves cosas, también lo haces para tus objetivos.
Lo que haces tú, lo heredan automáticamente tus objetivos.
Ya ves que esta es una idea sencilla. Más sencilla, imposible. Puede ser que lo nuevo, para ti, esté en la parte en que hay que nutrir a tus objetivos. También puede ser nueva la idea de que llevas a tus objetivos contigo y, aunque no son tú, son dependientes de ti, porque eres tú quien los ha creado.
Para completar la idea te lo voy a mostrar de otra manera. No porque crea que no entiendes. Al contrario, creo que hasta aquí todo va bien. Pero quiero que sepas, también, que cuando las cosas van mal o se complican, y empiezas a pensar que nada vale la pena, puede que tenga que ver con que a tus objetivos les falta energía.
Si limitas tu relación con tus objetivos tan solo a lo físico, solo tendrás una cara de la moneda. Porque no solo es cuestión de “hacer lo necesario” materialmente hablando. Trabajar, insistir, correr, y sudar por lograr las cosas es necesario, pero no lo es todo. Si fuera así, todo Dios conseguiría lo que desea.
Por eso, cuando desprecias la idea de que los objetivos dependen energéticamente de ti, entonces terminas valorando mal las cosas. Ellos dependen de que seas tú quien les aporte todas las energías que necesitan para nacer, crecer, desarrollarse, y materializarse. Solo así terminan realizándose dentro de tu vida.
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