75. El logro no motiva
Manejando las expectativas de logro
Resumen
Por mucho tiempo se creyó que la motivación era fundamental para conseguir las cosas que quieres. Tanto se fijó esta idea en nuestras mentes, que todavía hoy encuentras gente hablando de lo clave que es tener motivación.
En realidad, es el autocontrol lo que determina que tengas éxito en conseguir algo. Pero aun así la motivación existe. Es un hecho, a pesar de que no tenga nada que ver con conseguir cosas. Así que lo que vamos a ver es qué es esto de la motivación, dándote una información aclaratoria y reveladora sobre ello, para que entiendas el por qué algunas veces te desanimas.
La motivación está muy ligada a las expectativas que tienes de lograr algo. Por eso desaparece cuando esa esperanza en el logro, o en las posibilidades de que algo suceda, se desvanecen por efecto de las cosas que suceden.
Así que lo que quiero que hagas, esta vez, es entender cómo funciona tu mente cuando crea expectativas para planificar y ordenar tus ideas y tu trabajo. Pero también que aprendas a asumir la naturaleza temporal y limitada que tiene este proceso con respecto al logro de tus objetivos.
Tu mente planifica
Tu mente, a la hora de ayudarte a conseguir algo, traduce lo que quieres, lo ordena y se pone en marcha para ayudarte. Es decir, tu mente siempre se alinea contigo, a la hora de conseguir algo. Claro que lo hace a su manera, y por eso simplifica el proceso. Esto es algo contra lo que algunas personas pelean y luchan, porque creen que su “mente” no les apoya, y terminan creándose mucho estrés.
Si alguna vez crees que tu mente no te apoya en algo, solo tienes que parar, respirar y pensar un poco. Tu mente simplifica. Eso significa que estará asociando lo que quieres hacer a “algo” que ya hiciste anteriormente. Y ya sabes que, si quieres cambiar, tienes que imaginar. Eso es lo que te permite darle nuevas ideas a tu mente para que no encasille lo nuevo dentro de lo viejo.
Eso en caso de que tu mente no vea soluciones. Como te digo, no luches. Para, respira, y piensa. Luego imagina.
Pero luego sucede que hay un “siguiente” mecanismo en tu cabeza. Una vez la mente tiene las imágenes que necesita, resulta que las evalúa. Es impresionante. Ella se crea una historia bastante clara de lo que tiene que pasar, y luego observa lo que sucede de verdad. Acto seguido, te corrige.
La recompensa y el castigo
A esa historieta que crea tu mente es a lo que llamas “expectativas”, y en realidad funcionan como una especie de límite entre lo que “es malo”, lo que “es normal”, y lo que “es bueno”, poniéndolo de forma muy sencilla. Es decir, tu cabeza espera que pase algo específico cuando te pones en marcha para lograr lo que quieres. En el camino pasan cosas, y al final tienes un resultado que ella evalúa.
Ahí es cuando entra este segundo mecanismo, que es el evaluador. Si lo que logras está por debajo de lo que esperabas, es malo. Y tu mente corrige su modelo, que es la historieta que se montó. Para ello busca razones que expliquen qué es lo que sucedió. Esta corrección tú la percibes con dolor. Como si fuera un castigo.
Pero si las cosas han ido mejor de lo que el modelo esperaba, el modelo también se corrige. Podríamos decir que se “mejora”. Para ello, tu mente hace lo mismo. Analiza las razones por las que las cosas salieron mejor y enseguida corrige todo. Cuando sucede así, tú lo percibes como una recompensa.
No puede ser más sencillo.
La realidad y la motivación
Es a la percepción de este proceso, de recompensa y de castigo, a lo que se llama motivación. Lo que tienes que aceptar es que esto funciona así, y no se puede cambiar. Esas son parte de las funciones fisiológicas de tu mente. Las aceptas tal cual. Ya está.
Pero aceptar no es renunciar.
En otras palabras, cuando todo sale por encima de lo que esperas, entonces la motivación está asegurada. Si las cosas van por debajo de las expectativas, no hay motivación. Es un mecanismo natural de auto regulación del comportamiento, que es necesario para que tu mente haga mejores predicciones de las cosas cada vez, dándote la capacidad de anticiparte, para tomar decisiones.
El punto problemático está en que ahora sabemos que perder o ganar algo, como dinero u otras cosas materiales, se trasmiten al cerebro de forma similar, siempre. Tu mente las trata a través del mecanismo de recompensas y castigos. Y cuando digo todo, es todo. Sucede cuando buscas algo tan sencillo como un restaurante para comer, o algo tan complejo como una pareja. También cuando vas a comprar un ordenador o un móvil, y cuando tienes que comprar o vender acciones en la bolsa.
Varios estudios han dejado claro que todo ello pasa en el "cuerpo estriado ventral". Es allí donde se codifican estos comportamientos, que son muy útiles cuando hablamos de aprendizaje por refuerzo.
Manejando tus expectativas
En resumen, para que puedas entender lo que te propongo, puedes asumir la idea de que se puede llamar “sorpresas” a las cosas que hacen que este mecanismo se active. Si la sorpresa es mala, significa que lo que sucede está por debajo de tus expectativas. Si es buena, lo que sucede está por encima de ellas.
Químicamente hablando lo que sucede es que el "cuerpo estriado ventral", que es la región en la que se procesa esto, produce dopamina. Y son las neuronas que la secretan las que codifican lo que está “por encima” o “por debajo” de lo esperado, lo que es clave como mecanismo de aprendizaje. En otras palabras, en la creación y refuerzo de comportamientos que, para tu mente, son vitales para la supervivencia.
En lo que respecta a tus objetivos, solo tienes que entender que al escribirlos e ir a por ellos, tu mente se pone en marcha, imaginando que ya los tienes. Ella crea, automáticamente, una idea de cómo va a pasar todo. Así que, si no lo logras, corrige, y lo que percibes como un “castigo”. Si lo logras, corrige, y lo percibes como “recompensa”.
Y a lo que se llama motivación es a tu reacción consciente a ese mecanismo completo, que es el de recompensa y castigo. Todo ello está asociado a tu comportamiento, es decir a la manera en que “te mueves” por el mundo, pero no al logro de tus objetivos.
La motivación hace que tomes unas decisiones y no otras. Que hagas unas cosas y no otras. Está asociada a tu proceso de aprendizaje. No al de logro. Es decir, puedes lograr cosas como aprobar una oposición, encontrar un trabajo y aumentar tus ingresos sin tener motivación. Mucha gente lo hace, todos los días. Y no digo que eso sea bueno o malo. Solo digo que tus logros no van a motivarte. Nunca.
Te motivas solo si sientes que, de verdad, has entendido y aprendido algo.
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Hola David.Veo que del mail 73 pasa al 75 que es este.No encuentro el 74 por ningún lado y no sé si es porque no existe o lo he extraviado.😘😘