Resumen
La idea que quiero que revises es muy sencilla y reveladora.
Pero antes de entrar en ella, tienes que saber que cuando escribes un deseo, resulta que lo que describes es el objeto que quieres conseguir, y en ese mismo momento tu deseo deja de ser tuyo, para “tomar cuerpo” en él. Esto es así porque un objetivo “pertenece y es relativo al objeto en sí mismo”. Lo que has escrito pertenece, pues, a lo que has pedido y deseas. Explicado de forma más sencilla, sería como decir que cuando escribes tus deseos, estos dejan de ser “tuyos” para convertirse en algo que pertenece “al objeto” que deseas.
Entonces todo empieza a ponerse en marcha, para que tú puedas conseguir lo que quieres.
Todo muy bonito, hasta el momento en que tú te conviertes en la resistencia a vencer, cosa que pasa de tiempo en tiempo, y según lo que pidas. Es decir que, el objetivo, encontrando la manera de llegar a tu vida, se encuentra con que no estás por la labor de dejarlo entrar. No importa la razón, pero a veces sucede, y cuando la resistencia eres tú, entonces los cambios que se produzcan no estarán dentro de tus expectativas, lo que puede producirte un poco de estrés.
Es en ese momento que necesitas “confianza”. Y la idea que quiero presentarte, es que ella depende de la cantidad de tu energía que logres hacer “entrar” en 3D, mientras vivas. De manera que debes saber que a más energía de la tuya “baja”, más “tú” eres y más confianza tienes, en todo en la vida.
La confianza va y viene
Confianza es un palabro complicado. Se refiere, en general, a tener la firme esperanza y la seguridad en que todo irá bien. Claro que parece que es aceptable que todos tenemos diferentes grados de esa “cosa”, sea la que sea. E imagino que compartes esa idea de que cada uno tiene diferentes grados de confianza en la vida, según el qué, y el cuándo.
Imagino, también, que esa “confianza” de la que hablamos es la que te proporciona el ánimo, el aliento y el vigor para seguir. En lo que sí que es más importante creo que no coincidiremos, al menos de entrada. Y esto es lo que quiero proponerte esta vez. La confianza no es algo que “tienes”, o que “no tienes”, porque no es algo con lo que naces. No es constante, no es fija y, desde luego, tampoco está en el ADN del homo sapiens.
Como tantas otras cosas, que hemos dado por sentadas durante años, la confianza no es una cualidad tuya. Es más bien un estado de tu mente que se parece más a un “fluido” en constante cambio, y que se ve afectado por factores internos y externos. Entender la confianza como algo que va y viene, te ayudará a entender mejor el proceso por el cual se genera ese “flujo” en tu mente.
No entraré en el aspecto más psicológico, que es un tema que tratan bien los médicos de la mente y los investigadores del comportamiento humano, porque ello se centra en la confianza en uno mismo, como objeto de estudio. Nos iremos directamente a la energía, que es lo que cuenta para este boletín.
¿De dónde viene la confianza?
Energéticamente la confianza viene de ti como energía. El modelo que utilizo, siempre, es el de la energía como una “burbuja” de la que sales tú. La energía va primero, y tu cuerpo viene después. Preexistes a tu nacimiento. Es decir, ya eras una bola de energía incluso mucho antes del polvo mágico que selló tu llagada a este planeta.
Pero imagina lo siguiente. Tú, como energía, decides entrar en 3D, y escoges este planeta para hacerlo. Imagina que el proceso comienza antes de que tus padres tengan la memorable experiencia que dará como resultado tu nacimiento. Imagina, además, que el proceso no es “solo” que tengas un cuerpo y ya, sino que va por etapas. Todo el proceso, al completo, se divide en diferentes trechos, que comienzan antes de que nazcas y que terminarán mucho después de que mueras.
Me gusta imaginar que la experiencia que estoy viviendo en la Tierra, sigue el patrón de un yo-yo, que parte desde la energía en la que vivo sin cuerpo. Que desde allí “bajo” y tomo un cuerpo y vivo un rato. Luego todo se recoge, y vuelvo al lugar desde el que salí.
Si me imagino que estoy allí, dónde solo soy, lo que veo es que un trozo de mi energía baja y entra en 3D. Tiene la experiencia de tener un cuerpo, y luego vuelve.
Es como quien va al spa.
A más “tú” baja, más confianza tienes
Si puedes imaginar eso, entonces tu mente está lista para la siguiente idea. Esas fases, o tramos en el camino de “bajar”, vivir, y luego regresar, son muchas. Antes, y aun después de nacer, tu energía sigue bajando. Y puede seguir haciéndolo por mucho tiempo. En realidad, por toda la vida, hasta que tus sistemas ya no puedan más y comience el regreso.
El regreso implica que tu cuerpo se muere y que la gente te llore. O no, si no tienes amigos.
Como parte natural de lo que te “llega”, por defecto, tienes ciertos aspectos básicos de tu energía que vas recibiendo a lo largo de tu vida. Son etapas bien definidas y reconocibles, como los primeros 3 años de tu vida, y luego hasta los 6. La siguiente importante, sucede en algún momento entre los 13 y los 16 años. La siguiente a los 25, y una más hasta los 28.
Tu confianza depende de la cantidad de tu propia energía que es capaz de entrar en 3D, durante esas fases, y otras, menos notorias. Dicho de otra manera, no todos los seres humanos entran con la misma cantidad de energía en este planeta. Tampoco entran con toda ella a la vez, sino que va entrando por partes, a lo largo de toda su vida.
Así que aquí tienes la nueva idea, el concepto que te propongo. La confianza es la cantidad de energía que, proviniendo de tu yo energético, ha entrado en tu vida y que te anima, te da aliento y vigor para vivir.
Tradicionalmente, al momento justo en que esa parte de ti “baja” y te anima, pasando a formar parte de ti, se la llama iniciación. Es un proceso que habitualmente se lleva a cabo de forma consciente en algunos grupos que han sido creado para ello, y que reciben el nombre de escuelas iniciáticas.
Así, que la cosa es sencilla. A más energía de ti consigues que baje, mejor irán las cosas para ti. Para ello precisas iniciaciones, que son las que necesitas proveerte para asegurarte de que el proceso se completa.
A más energía tuya baja, más confianza sentirás en todos los ámbitos de la vida.
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