Resumen
El dinero y sus ofrecimientos es un email curioso y rompedor en el que quiero mostrarte algunas ideas sobre del dinero físico y de cómo puedes mejorar tus imágenes sobre él, creando un modelo más fiable y eficiente en tu mente.
Para ello te voy a presentar los aspectos energéticos desconocidos que el dinero tiene, manifiesta e implica como medio para lograr tus objetivos. Veras que esto lo aleja definitivamente de la idea de que “puedes poseerlo”, como si fuera un coche o una casa.
No quiero que pierdas el objetivo de este escrito, que solo busca restituir la buena relación que debe existir entre el dinero y tú, que tiene poco de karmática y mucho de desconocimiento sobre cómo es que el dinero funciona realmente.
Buenas intenciones, pero mala información
Hace unos años, muchos en realidad, me encontraba con un grupo de amigos que querían hacer un trabajo energético para ayudar a lograr la paz en oriente medio. Pero desconocían todo a cerca de la zona, de la geopolítica implícita, de los intereses, de las mentiras y de las verdades, más allá de las teorías conspiratorias que todo el mundo conoce.
Así que, si no sabían nada ¿sobre qué iban a trabajar? ¿Cuál era el objetivo?
A lo que quiero llegar es a que te plantees si puede ser suficiente la buena voluntad para lograr cambios o si, por el contrario, ésta se convierte en una cuchara más en el puchero de la realidad que creamos todos. La respuesta para mi es siempre la misma. Si solo cuentas con buena voluntad, lo mejor es rezar un “Padre nuestro” por esas personas y quitarte del medio, para que los que tienen que hacer, hagan.
La buena voluntad no te moverá a aprender cómo es que algo funciona de verdad, a menos que la conjugues con otras cosas como deseo de ayudar, capacidad de servicio, dedicación y mucha paciencia para aprender lo necesario para lograr un resultado medianamente bueno.
El dinero es uno de esos temas en los que todos tenemos opinión y buena voluntad, pero pocos el conocimiento para ir más allá de eso. Casi todo el mundo se limita a “ayudar” con sus ideas y sus tomas de posición política, que nada tienen que ver con el dinero mismo, eludiendo el centro de la diana.
El dinero importa
Claro que el dinero no es lo más importante en la vida, en eso creo que estaremos de acuerdo. Pero también creo que estaremos de acuerdo en que, no siendo lo más importante, importa. Ya conoces la famosa frase “pide salud, dinero y amor”. Este es el mejor objetivo jamás escrito. Una gran muestra de la inteligente y elegante simplicidad cultural a la que hemos llegado a través de los años.
Esa es la tríada, el poder trino, el trimurti de nuestra vida, los tres poderes. No hay más.
Así que el dinero importa, y para entrar en materia te presento la primera idea. Lo que llamas dinero no existe solo. Normalmente imaginarás a los billetes y a las monedas como los únicos representantes de la palabra dinero. Pero el dinero es más que eso. Es como una familia de productos que coexisten juntos, dentro de una misma casa.
Dicho lo cual centremos la idea en lo que nos ocupa, que son tus objetivos.
Es decir que no puedes imaginar al dinero como si solo fuera billetes y monedas. El dinero es un conjunto de herramientas, de instrumentos y de procedimientos que permiten el aprovechamiento de todos los recursos de los que dispone el ser humano dentro del ámbito de la economía.
Me explico. Imagina una casa, con sus muebles. Y con gente viviendo dentro. Pues la casa se llama economía y los muebles son todo el dinero que hay. Pero sucede que solo una pequeña parte de ese dinero son billetes y monedas. La mayor parte no lo son. Son otras cosas que también son dinero, pero a las que las personas no acceden por desconocimiento.
Y todo el dilema que te impide acceder a ello comienza con la idea de que no eres capaz de imaginar que el dinero es un conjunto de herramientas. Que las monedas y los billetes son solo una pequeña parte de ello, y que deberás dejar de imaginarlas como si se hubieran independizado de su casa, que es la economía, y vivieran su propia vida.
El dinero no es energía
Ahora imagina la siguiente situación. Una persona decide trabajarse la energía del dinero. Crea sus objetivos y se los presenta a sus guías y maestros. De todos ellos solo asiste uno, de talla menor, a la cita. Este le dice, que sí, que sí, que sí, y se va. Y luego no pasa nada.
No hay manera de pedir algo llamado “energía del dinero”. Eso no existe y la energía no responde a cosas que no existen, que son mentira o que no son del todo ciertas.
Y aquí tienes nuestra segunda idea básica. No existe ninguna energía que se llame “dinero”. Ninguna. Es verdad que hay una energía que existe relacionada con “tu idea” del dinero, que es la Riqueza. La Riqueza es el campo de energía del que surge el espacio que es la economía. Es decir, si la economía es una casa, la Riqueza sería como el planeta en el que está la casa.
Leíste bien. La relación entre Riqueza y economía es la misma que puedes establecer entre una casa y un planeta, como el nuestro. Si tu mente está despierta ahora mismo, ya te imaginarás que hay una buena cantidad de casas en nuestro planeta. De la misma manera, hay muchas economías dentro de la Riqueza.
Voy a explicar esta idea de otra forma, para que no se nos escapen los detalles. La “energía” que verdaderamente puedes trabajar es la Riqueza, que es el nombre que le damos al campo que “crea” a lo que llamamos, en el mundo físico, economía. Ya sabes que la energía es previa a la materia, y que ésta emana de ella. Esto significa que puedes imaginar todo esto como si la Riqueza se arrugara y se creara, a partir de ella, su aspecto tangible. Y a eso es lo que nosotros llamamos economía.
¿Y entonces qué?
Insisto. La Riqueza, cuando entra en 3D se llama economía. Es importante porque cuando escribes tus objetivos debes evitar centrarte en el dinero, que es una parte no manejable de la economía. Ahora fíjate en esta idea. ¿Podrías tú escribir un objetivo personal que afecte al coche de tu vecino? La respuesta es no, porque el coche no te pertenece. No lo harías con el coche de otro como no lo harías con una propiedad que no sea tuya.
Imagino que eso lo entiendes. Pones objetivos para ti, para lograr lo que quieres. Es un trabajo personal que está centrado siempre en ti. Pero hay un pequeño detalle que casi nadie toma en cuenta, nunca. Y aquí tienes nuestra tercera idea básica.
Los billetes y las monedas, esas por las que tanta gente suspira, son propiedad del Estado, que es la entidad política y de derecho del país en el que vives, que es “soberano y reconocido como tal en el orden internacional, asentado en un territorio determinado y dotado de órganos de gobierno que le son propios”.
Te dejo, de una, la imagen que te permita avanzar en esta idea, por si todo esto te choca un poco. Hay que poner objetivos realistas. Pensar que el dinero que ganas es tuyo es un error, porque no lo es. El dinero es del Estado. Cuando entiendes esto aumentas muchísimo tu capacidad de trabajar energéticamente sobre tus objetivos, porque se hacen más realistas y multiplicas tus resultados.
Resumamos lo que ofrece el dinero
Vamos, entonces, a revisar estas 3 ideas para centrar la jugada antes de seguir. Así no nos perdemos:
La primera es que el dinero es un conjunto de herramientas que te permiten manejar los recursos dentro de la economía.
La Riqueza es la energía de la que nace la economía, y en la economía es donde utilizas la herramienta que se llama dinero.
Las monedas y billetes son, siempre, posesiones del Estado. La economía y la Riqueza no.
Éstas son 3 ideas que esclarecen lo que te ofrece el dinero, pero que a la vez ordenan y aclaran tus imágenes sobre todo ello. Y ya sabes que me gusta imaginar cosas. Siempre dejo que mi mente imagine buenos y grandes futuros posibles. Y como soy un fan de la ficción, me imagino estas ideas como si fueran las 3 leyes de la robótica de Asimov.
Así que la cosa me ha quedado así:
Primera Ley
Tus objetivos escritos no asumirán, nunca, que el dinero es tuyo. Hacerlo implica tomar decisiones que te enfrentarán con el Estado, que es su legítimo dueño.
Segunda Ley
Tus objetivos escritos para mejorar tu vida, y la de la gente que quieres, se centrarán en tu economía y en mejorar, con todos los recursos a los que puedas tener acceso, el bienestar y la comodidad de la que disfrutas evitando entrar en conflicto con la primera ley.
Tercera Ley
Tus objetivos escritos pueden ser protegidos y nutridos estableciendo, mejorando y llevando al máximo tu conexión con la energía llamada Riqueza, en la medida en que esto no entre en conflicto con la primera o con la segunda ley.
Estas tres leyes son las que te permiten tener una idea clara de con qué estás tratando cuando quieres “más dinero”. A su vez, eso que pides puesto por escrito, te llevará desde tu mundo tal como es hasta tu mundo tal como quieres que sea. Aceptar y estudiar estas leyes, haciéndolas tuyas y verificando su veracidad, es lo que aumentará tu efectividad a la hora de trabajar energéticamente tus objetivos.
Entonces, cuando escribas tus objetivos y se los presentes a tus guías y maestros, todos asistirán a la cita. Entenderán lo que quieres y empezarán a cambiar las cosas. Tan sencillo como esto.
Nueva propuesta
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