41. La espiritualidad cara al futuro
Identificar y desarrollar una espiritualidad independiente de forma sencilla y práctica
Resumen
De siempre, la palabra espiritualidad ha estado asociada a religión hasta el punto en que en algunos momentos se han utilizado como sinónimas una de otra. Pero las tendencias actuales, dentro de la transformación colectiva que tenemos en puertas, indican que existimos una creciente cantidad de personas que demandamos separar nuestra espiritualidad de las prácticas religiosas.
Las razones son diversas, pero en general pensamos así porque vemos las estructuras de la religión como demasiado rígidas y agresivas, y ya no sentimos la necesidad de estar restringidos por ellas. Esto no significa, en ningún caso, que uno renuncie a tener una vida interior.
Seguimos interesados en el logro del bienestar de nuestro espíritu, de nuestra mente y de nuestro cuerpo, pero sin estar atados a una práctica religiosa. Y para muchas personas es esa necesidad la que define hoy a la palabra espiritualidad, y por ello necesitamos encontrar y aprender la forma de identificar lo que hace que lo espiritual sea diferente a lo religioso.
Espiritualidad. Hay que ir hacia algún lugar
Lo que haremos en este sencillo y práctico correo, es tratar eso de tener una espiritualidad sin seguir una religión. Se trata de una continuación de las ideas que ya empezamos a ver en el email #40, “Conocimiento, tecnología y mecanismos”, sobre hacer la ruta de lo espiritual.
Para empezar, fíjate en algo. Si quisieras estudiar arquitectura, tendrías que entrar en la universidad y seguir el plan de estudios. Lo mismo sucede si quieres hacer medicina o enfermería. Ese plan es tu ruta para comenzar, desarrollar y terminar tu carrera.
Imagino que no se te ocurriría inscribirte en una universidad que te diga “aquí no tenemos plan”. Usted vaya inscribiéndose y dentro de unos años venga a ver si le damos el diploma de médico.
Pero cuando se trata de espiritualidad, ese es el riesgo que corres. No hay plan.
Hasta ahora, para todo homo sapiens, esa era la función inicial de toda religión. Por ejemplo, un budista quiere iluminarse y el budismo le da un plan para ello. Un cristiano quiere ir al cielo y su iglesia le da un plan. Un jainista querrá las tres joyas. Y un judío querrá la inmortalidad de su alma para poder volver un día con su mismo cuerpo a la Tierra. El plan para ello también se lo aportan sus religiones.
Necesitas un plan si lo que quieres es desarrollar una espiritualidad sana y fuerte.
Conocimiento. Las cuatro esquinas
Ya ves, también hay un plan en lo espiritual. Lo imponen las iglesias a sus seguidores como lo hacen las universidades para sus alumnos. Y la verdad es que tener un plan personal para desarrollar tu trabajo de crecimiento personal y tu espiritualidad es algo deseable. Es decir, puede que empieces a leer cosas y a hacer cursos, pero a la larga necesitarás una idea clara de hacia dónde vas, para poder dirigir y canalizar tu trabajo.
Así que te dejo un plan muy sencillo que tiene la intención de convertir todo lo que hagas dentro de tu camino espiritual en algo útil y aplicable a tu vida diaria. Es un plan de 4 pasos: acepta, adáptate, agradece y aprovecha. Y vamos a ver cómo se aplica.
Resulta que en tu vida diaria aprendes cosas que te son útiles para crecer personalmente y desarrollar tu espiritualidad. Lees un libro primero, haces un curso después, o asistes a un taller más tarde. Como vas por libre, igual aprendes cosas de un gurú hindú a la vez que algo de un motivador norteamericano. Luego, alguien te recomienda un texto budista y lo estudias. Otro día, por tu cuenta, encuentras en una librería unas cartas que te hablan de la filosofía inuit y te las compras.
Todo eso que aprendes es lo que vamos a llamar conocimiento.
A partir de allí, lo que tienes que saber es que todo ese conocimiento, energéticamente hablando, conforma un espacio de energía. Pero si leíste el capítulo 2 de mi libro “Yin Qi Gong – El libro de las cartas”, sabrás que un espacio energético puede tener una forma cuadrada o una redonda. La cuadrada indica que lo que está adentro tiene que bajar, tiene que hacerse material. Si es circular, significa que eres tú quien debe entrar y fundirte con ello.
La aplicación práctica de esta idea es que, si el conocimiento se pone dentro de un espacio circular, entonces hablamos de erudición. Es conocimiento que llena tu cabeza, pero no tu corazón. Si el conocimiento está dentro de un espacio cuadrado, entonces es práctico, realizable y se puede materializar en cosas útiles en tu vida. Es conocimiento que se hace experiencia y te convierte en mejor persona.
Por eso los antiguos definieron las llamadas “4 esquinas” del mundo, para crear un espacio en el que las cosas fueran prácticas y realizables.
Aceptar, adaptarse, agradecer y aprovechar, dan forma cuadrada al espacio energético en el que se guarda todo lo que aprendas para poder ser aplicado. Como dirían los antiguos, son “las cuatro esquinas” de tu espacio de conocimiento. Estos cuatro pasos convertirán todo lo que aprendas en ideas que te servirán para cambiar tu vida, y lo único que tienes que hacer es conjugar ese verbo en primera persona. Acepto, me adapto, agradezco y aprovecho.
Tecnología. Las cuatro esquinas son tus principios de conocimiento
No pierdas de vista que la espiritualidad es lo que surge de la experiencia de Trascender las cosas que te pasan y que no entiendes por qué suceden. La espiritualidad no surge de la teoría ni de los libros a menos que puedas aplicar ese conocimiento a lo que te afecta.
Así que resumiendo todo lo anterior, lo que se busca con estos 4 principios es poder entender y saber aplicar lo que aprendes:
Aceptar. Este principio implica que recibes lo que vives sin oponerte a ello. Voluntariamente. Lo das por bueno y lo apruebas porque sabes que te hará acceder a lo que quieres.
Adaptarse. Este significa que entiendes que las circunstancias que vives te piden que te ajustes para poder hacer que lo que has pedido pueda entrar en tu vida, dado que las condiciones actuales de tu mundo no permiten su entrada.
Agradecer. Este principio enseña que lo que vives es el cambio que ha dado la vida al pedir lo que querías y que tú reconoces y estimas a esa reacción suya, y le correspondes de forma consciente para aprestarte a recibir lo deseado.
Aprovechar. Este principio explica que todo agradecimiento, precedido de una aceptación y de una adaptación, tiene el objetivo de sacar el máximo rendimiento, beneficio y utilidad del cambio que te ha proporcionado la vida para obtener lo que quieres.
Mecanismos. Solo tienes a tu cuerpo y a tu mente
Luego te falta entender los mecanismos que tienes disponibles y que utilizas como práctica espiritual. Se trata de lo que haces de forma práctica para poder dejar atrás las cosas que quieres trascender y que te ayudarán a ir más allá. Son las prácticas sanadoras que te permiten dejar atrás lo que te ha hecho sufrir, que te bloquea o te ha creado dificultades en la materia.
Pero no es necesario hacer una lista con todo lo que podrías hacer, porque en realidad todo vale. Lo que tienes que aprender es a dirigir eso en la dirección que necesitas que vaya y para hacerlo debes entender que por muchos métodos y prácticas que creas que hay, todas pueden ser englobadas en dos grandes grupos. Las que involucran a tu cuerpo y las que involucran a tu mente:
Las del cuerpo. Este tipo de mecanismos o técnicas lo que buscan es producir la catarsis que necesitas para el cambio. Se centran en la información que te aportan tus 5 sentidos, y buscarán la sanación por dos vías. O a través de la saturación de ellos, o logrando su relajación.
Las de la mente. Se centran en la generación de imágenes positivas por parte de tu cerebro para producir la relajación del sistema y retomar el control de la situación por la intuición. Aquí también tienes dos vías para lograr eso. Unas técnicas lo consiguen a través de la felicidad, vía serotonina y endorfinas, y otras lo hacen a través de la alegría, vía oxitocina y vasopresina.
Lo que sea que quieras hacer dentro de tu ruta de la espiritualidad siempre estará dentro de una de estas categorías. No pierdas de vista esta idea o terminarás por confundir la práctica misma con tu crecimiento y eso sería como confundir el coche con el conductor.
La necesidad de compartir
A partir de allí solo te faltará la necesaria interacción social que ofrecen las religiones dentro de sus templos y sus iglesias. Pero en ningún lugar está escrito que los espacios en los que se puedan compartir estas cosas tengan que estar construidos con ladrillos y tener los techos altos.
Si haces un poco de reflexión te darás cuenta de que la llegada de las religiones hace poco más de 2 mil años propició la creación de los templos, que son espacios muy específicos para su práctica. Fue entonces cuando lo espiritual pasó de estar asociado a un espacio abierto y ecológico, en el corazón de la naturaleza misma, a meterse dentro de las 4 paredes y el techo de los nuevos edificios que empezaron a ser construidos por todos lados. En aquel momento hubo gente que pensó que eso de hacer rituales dentro de un edificio, abandonando a la naturaleza, era sacrilegio.
Es el caso de los taoístas chinos. Su práctica fue relegada por no adaptarse.
Pero hoy existen nuevos espacios que te permiten crear zonas definidas en las que puedes compartir tus ideas y que, además, se crean en un segundo y sin necesidad de ladrillos. Las redes ya están aquí y te lo permiten, aunque haya quien dice que una reunión de personas por WhatsApp no puede ser espiritual porque “falta el contacto que te permite el templo” y que Facebook es el hogar del mal.
Igual solo les falta un poco de adaptación.
La realidad es que los mecanismos para desarrollar tu espiritualidad necesitan ser adaptados a partir de ahora a los nuevos espacios virtuales.
Es decir, ya no puedes limitarte encender incienso en un botafumeiro. Ahora toca que cada uno lo tenga en su casa para poder olerlo y trabajar con él, mientras sigue una videoconferencia.
Perspectivas de futuro
En esta época comienza lo que en 40 años será el inicio de otra manera de hacer las cosas en este planeta. Pero no hay que embalarse inocentemente, porque eso no significa que las injusticias y las desigualdades vayan a desaparecer, sino que todo nuestro sistema de organización social cambiará.
Ese cambio será equivalente a lo que pasó cuando pasamos de la agricultura a las fábricas a principios del siglo XIX.
Pero para que eso suceda tiene que aparecer en esta época una nueva forma de relacionarnos que permita el crecimiento y el desarrollo de las ideas, técnicas y tecnologías que den nacimiento a las soluciones del mañana.
El cambio que se requiere espiritualmente, hoy, es el de conectar con otros aspectos nuestros que hasta ahora no podrían haber salido porque han permanecido encerrados dentro de las cuatro paredes de los templos y en los que hemos metido nuestros cuerpos durante los últimos 2 mil años.
No estoy diciendo que eso que hemos vivido no sirva. El pasado hay que respetarlo y tenerlo en cuenta para poder adaptarlo. No se trata de rechazar absolutamente todo de la religión. Se trata de que, si no quieres, no tienes por qué estar restringido por ella.
De alguna manera podrías volver a la libertad anterior a los templos, pero desde una perspectiva moderna. Por eso las nuevas tecnologías tienen un papel importante que jugar en todo esto. No solo porque hay que manejarlas, sino porque al aprender a hacerlo podremos crear más y mejores herramientas que nos ayuden a seguir nuestra ruta personal hacia la espiritualidad.
Una en la que no necesitas las viejas estructuras religiosas.
Hay un nuevo trabajo propuesto para ti
Taller de cartas: R.O.C.A.
Reforma de Orden en el Colectivo Ancestral
¿Lo tienes claro? Accede ya al grupo:
Generalidades
Es un taller presencial los días 12 y 13 de marzo de 2.022.
En este taller de cartas aprenderás a hacer la “Reforma de Orden en el Colectivo Ancestral”, R.O.C.A., y en él obtendrás los permisos e iniciaciones que te darán la fuerza y apertura necesarias para poder trabajar la influencia ancestral que existe sobre tu vida en un momento dado.
Durante día y medio compartirás en la ciudad de Burgos el conocimiento y la técnica que se necesitan para poder trabajar sobre la influencia que el colectivo está ejerciendo en tus resultados personales.
Precios
Los precios dependen del tipo de suscripción de pago que tienes:
Si tienes una suscripción gratis el taller te sale en 234€/persona
Si tienes una suscripción de pago los precios son los siguientes:
Membresía Completa: 90 €/persona
Membresía anual: 150 €/persona
Membresía mensual: 200 €/persona
Lugar y horarios del taller:
Burgos - Hotel AC Burgos
Sábado de 9.30 a 13.00 y de 17.00 a 20.00
Domingo de 9.30 a 13.00
A tener en cuenta
El trabajo requiere tener una suscripción de pago
Incluye chat de acompañamiento en Telegram
El precio incluye un mazo de cartas por persona.
Si eres el primogénito/a de tu familia necesitarás un segundo mazo, que te costará 25 € extras.
Si lo tienes claro puedes entrar ya en el grupo:
Promoción
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