40. Conocimiento, tecnología y mecanismos
Como se han creado herramientas que mejoran nuestra espiritualidad
Resumen
Te propongo un contenido muy aclaratorio y práctico, basado en una idea que puede ayudarte a mejorar tu acercamiento a todo esto del mundo de las energías y de la espiritualidad.
Vamos a analizar y a comprender cómo es el camino que hemos hecho, como seres humanos, relacionando el conocimiento, la tecnología y los mecanismos para poder crear herramientas que nos ayuden a desarrollar nuestra espiritualidad y así satisfacer nuestra necesidad de Trascendencia.
Podrás con ella comprender el esfuerzo que ha significado hacer esto hasta hoy y, además, caer en la cuenta de que no hemos dejado de mejorar y mejorar la manera en que nos acercamos a las cosas que no conocemos.
Incluiremos algunos ejemplos que te van a encantar.
Sigue la ruta, ya existe
Cuando empiezas en este camino del crecimiento espiritual, a veces las direcciones son inciertas. Casi todos empezamos estudiando las cosas que nos gustan e, incluso, algunos hasta tienen personas en su entorno que les ayudan a discernir lo que vale de lo que no. Desde luego que hay una ruta que seguir. Es sencilla y la han seguido y la sigue muchísima gente. Se ha ido creando por el uso y cada día que pasa es más clara y definida para todos los que quieren seguirla.
El primer punto importante de esa ruta es que el crecimiento personal y la espiritualidad son las dos etapas de ella.
En tus primeros pasos tendrás que enfrentarte al hecho de que necesitas aprender a sentir que controlas tu vida en todos sus aspectos. Si sientes que hay cosas que no funcionan del todo, como las relaciones o la economía, entonces estás en esa etapa. Ni lo dudes. Pero no estás en ella para castigarte y menospreciarte, sino para entender, aceptar y adaptarte al primer principio de la espiritualidad, que es que vives en este planeta, y que él es como es.
Ya se ha hecho antes, aprovecha
Para explicarme, voy a contarte una historieta que escuché cuando tenía 23 años. Estaba recibiendo mis primeras clases de astrología y nos relataron que los yoguis en India tenían que estudiar, y que uno de sus exámenes finales era llegar al Monte Kailash en una especie de peregrinación. Había que hacerla sin ropa de invierno, con lo básico para subir y además hacerlo sin ayuda.
Debo advertirte que yo me lo creí a la primera. La razón, dijo el profesor, es que el yogui debe demostrar su capacidad de controlar sus reacciones ante los elementos físicos. Es decir, para poder acceder a la espiritualidad deseada, una persona debe aprender a controlar su mundo. Cuando no sabe hacerlo, hasta una suave brisa marina puede con su actitud.
Me gusta mucho otra que cuenta que cada mañana, haga el tiempo que haga, los monjes budistas del Himalaya hacen sus prácticas mañaneras de oración, canto y otras cosas. Como hace frío, hay turnos para calentar el salón. Pero no hay calefacción, así que hay que hacerlo con el cuerpo. Puedo imaginar la fina capa de escarcha derretida alrededor del monje sentado en el suelo, formando un círculo casi perfecto alrededor de él.
¿Lo ves? Eso es crecimiento personal.
La primero es lo primero
Podrías, como ejercicio, imaginar lo que pasa por la mente de un monje novicio mientras calienta el salón con su cuerpo, para que los otros lo encuentren calentito. O la sensación que tiene cuando pone su trasero sobre el suelo helado. Podrías imaginar, también, lo que puede estar pensando luego de 15 minutos ahí sentado. Ese es un buen ejercicio.
Puede ayudarte a entender que esas experiencias no son diferentes al estrés que te producen tus relaciones o el no tener trabajo o el dinero suficiente para pagarte un móvil nuevo.
Ellos tienen la vida que tienen. Tú la tuya. Pero esta etapa es común a todos.
Cada uno tiene que pasar por ese camino de aprender a controlar su vida. Eso es inevitable y le sucede a todo el mundo. Antes o después a cada uno le llega su Kailash y no lo puede evitar. Luego, con el tiempo, eso deja de ser importante porque lo controlas. Pasa a ser algo que hay que hacer y se hace sin más. Es entonces que empieza tu etapa espiritual. Ambas partes, la de crecimiento y la de espiritualidad forman la ruta completa, de comienzo a fin.
La buena noticia es que hay quien ha pasado por ello antes que tú. La razón de que las historias que te cuento existen es porque alguien las vivió, las contó y ahora forman parte de la ruta y ayudan a quienes la siguen conscientemente.
Solo el conocimiento no te sirve
Ahora fíjate en esta idea. Es muy sencilla, pero puede que sea nueva para ti, así que no te agobies si tienes que leerla varias veces.
Hay personas que ya han hecho el camino. Lo han contado. A la vez han escuchado las historias de otros. De tanto contar y escuchar se dieron cuenta de que hay patrones en todo ello y empezaron a idear mapas y luego a crear ayudas, para que el camino se hiciera menos pesado para ellos y para los demás.
Algunos escribieron y dejaron constancia de ello. Pero las costumbres antiguas eran diferentes a las de ahora, porque eran otros tiempos, así que nadie se proponía escribir un libro en solitario con la intención de convertirse en una estrella superventas.
Lo que hacían era poner en común las ideas y luego uno las escribía. La función de escribiente pasaba de una persona a otra con el tiempo y libros milenarios resultan ser, al final, el esfuerzo de muchas generaciones dejando constancia de que la ruta espiritual existe y que puede ser seguida.
Claro que esas experiencias no son todas iguales, ni sirven para lo mismo. Por eso es útil clasificarlas según su utilidad. Hay dentro de ellas, por ejemplo, conocimiento puro y duro. Es la teoría. Sirve para hacerte una idea general de la cosa, pero para poco más. No es que desprecie el conocimiento, es que la teoría es teoría. Simple.
Ser o no ser bueno, esa es la cuestión
Por ejemplo, la teoría dice que debemos “ser buenos”. Eso es genial, pero ¿eso que significa? ¿acaso ser bueno no significa algo diferente en cada cultura y en cada época? Y si eso es así, ¿la teoría está mal y debo rechazarla?
Lo ves. Eso es parte de la teoría de lo espiritual.
Para resolver la teoría necesitas la tecnología. La tecnología es al conocimiento lo que el reglamento a la ley. Las leyes son siempre positivas, pero es en el reglamento en donde se la adapta a la realidad que se vive en cada momento, en el día a día.
En nuestro ejemplo de “ser buenos”, podríamos decir que para un católico practicante ir a misa o visitar a la virgen en su santuario es la tecnología. Para un judío el diezmo es tecnología. Para un hindú ir de visita a sus ciudades sagradas, en peregrinación, es tecnología. Para un budista sus prácticas meditativas, sus mantras y sus cantos son tecnología.
¿Rompedor eh?
Hay tecnologías y mecanismos que utilizar
Claro que dentro de los budistas hay tecnologías a tutiplén. Como toda religión tienen sus sectas, sus grupos y sus líneas de trabajo bien definidas. Cada una con sus propias tecnologías. No es diferente para los católicos, que pueden ser Ortodoxos, Católicos u Orientales. No digamos si abrimos el abanico y hablamos de cristianos. Entonces las tecnologías se multiplican casi hasta el infinito.
Pero ojo. Todas esas tecnologías parten del mismo conocimiento: el sermón del monte de Jesús de Nazaret.
Luego están los mecanismos, que son las prácticas mismas. Lo que se ve. Es el cómo lo hago de la espiritualidad. Por ejemplo, no se utilizan las mismas plegarias en el mundo cristiano, porque según la tecnología que se haya desarrollado, las palabras que se utilizan son diferentes. Tampoco la adoración a la Virgen María es la misma, porque hay tecnologías espirituales que la enzarzan y las hay que le dan poca importancia.
Así, cada practicante debe aprender las técnicas y los mecanismos que se aplican en cada una de ellas. Por ejemplo, imagina que vas a misa un domingo. La misa, toda ella, es una tecnología. Pero cuando estás dentro tienes que saber qué decir y cuando hacerlo. Esas participaciones tuyas ya son otra cosa. Son los mecanismos que tienes que aprender dentro de esa tecnología.
Todo eso está hecho para ti, para ayudarte
Así que, en resumen, conocimiento, tecnología y mecanismos son las partes que conforman todo lo que necesitas en tu camino de crecimiento espiritual y de desarrollo de tu espiritualidad. O eso o tendrás que estar “descubriendo la rueda” cada día de tu vida. Como guía diremos que el conocimiento es algo general. La tecnología está creada para poder adaptar ese conocimiento al colectivo al que se va a dirigir y luego están los mecanismos, que son las prácticas que realiza cada individuo.
Desde luego que necesitamos una base sólida de conocimiento, para luego desarrollar tecnologías y mecanismos que nos ayuden en el camino. Desarrollar cada una de estas ideas ya es tema para otro momento que nos permita desarrollarlas de forma más independiente y clara.
Pero si alguna vez has tenido la sensación de que tu vida es un camino solitario, pues no la tengas más. Es un camino individual, pero no solitario. Lo tiene que hacer cada uno, pero no tiene que ser en soledad.
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