Los antiguos hindúes creían que teníamos dos mentes y no estaban tan perdidos. Nuestros conocimientos en neurociencias indican que es verdad que una parte de ti necesita definir lo que quieres, aclararlo y hacerlo tangible. Esa parte es la que organiza tus decisiones para que materialices tus cosas a través de lo que haces con tu cuerpo, con tus acciones.
Pero también sabemos que hay otra parte en ti, tan importante como la anterior, a la que tus razones le importan más que lo que quieres. Es cuando trabajamos con esa parte de tu cabeza cuando la congruencia en las imágenes que creas en tu cabeza se hace práctica y poderosa.