35. Predicciones para 2022
Presentación práctica de los testeos del año 2022
Resumen
El lunes pasado no envié ningún email por un cambio de última hora, y me disculpo por no avisarte, se me olvida que puedo enviarte un correo para notificarte de los cambios inmediatamente porque este mensaje llega directo a tu bandeja de entrada. Me acordaré la próxima vez. Sea como sea, este es un buen momento para mojarme con algo práctico y útil, así que me lanzo con las predicciones para el año 2022.
Para hacerlas, el trabajo que he hecho es simple: se trata de un análisis práctico de los testeos que se presentan al moverse la energía asociada al calendario durante el año. Utilizaré la metáfora de un viaje a un país extranjero para explicarte cómo es que se moverán las cosas durante este año y de cómo puedes sentirte tú con ello. Luego, al final de todo el escrito, tienes la misma predicción pero sin reducirla, y puesta en términos breves y más precisos.
Antes de empezar, igual estás leyendo estas predicciones porque las encontraste a través de las redes, así que te incluyo un botón para que te des de alta y recibas los próximos directamente en tu correo:
El destino es tu objetivo
Dicho lo cual, empezaremos sin rodeos: el destino existe, eso es un hecho con el que hay que trabajar en energética, y funciona como cuando quieres viajar y estás en un aeropuerto, al que solo puedes entrar si vas hacia algún lugar conocido.
Visto de otra manera, cuando quieres algo, son tus decisiones las que hacen que se vaya creando “un camino” que hace de surco de energía por el que te mueves y por el que, finalmente, encontrarás lo que deseas.
¿Qué? ¿Te quedaste igual? Veamos un ejemplo que te explicará mejor la idea.
Te voy a poner un ejemplo a la vez que entramos en la predicción del año: ¿has cogido un avión alguna vez? sucede que cuando llegas a un aeropuerto, si quieres entrar, debes tener un billete hacia algún lugar ¿no es cierto? Digamos que quieres ir a Varna, a disfrutar del Mar Negro. Podríamos decir que tu objetivo es tu destino, sin dudarlo. Si en el control de entrada del aeropuerto te preguntan a dónde vas, tu respondes con ilusión: a Varna, al Mar Negro.
Es más, normalmente lo dices sin que te pregunten.
Voy a insistir sobre esta idea, porque es importante: si tienes el objetivo de ir a Roma entonces esa ciudad se convierte en tu destino. De la misma manera, si decides comprar una casa, el vivir en ella se convierte en tu destino. Cuando quieres mejorar tu economía, lograr esa mejora se convierte en tu destino.
Ya imagino que es más fácil decir que el destino es “algo” que te imponen, pero no es verdad, lo creas a través de tus decisiones.
Pero, y siempre hay un “pero”, en nuestro ejemplo tú vives en Guadalupe. Eres residente permanente y de toda la vida en ese pueblo en la serranía extremeña protegido por la virgen patrona de todas las tierras de habla hispana, cosas que por sí solas no te dan mucha autoridad en tu objetivo de ir a Varna, pero lee bien: tienes derecho de ir a Varna, eso es un objetivo válido como cualquier otro como mejorar tu economía, tener pareja o comprar una casa y el principio siempre es el mismo y es que tu objetivo es tu destino; pero tengo que avisarte: que tengas derecho a pedir algo no significa que te conviertas automáticamente en una autoridad en el tema y que lo vayas a conseguir sí o sí.
No escogí Varna como ejemplo por azar, vamos a ver por qué lo hice.
Varna y el año 2022
Pero ya te imaginarás que no escogí por azar el “ir a Varna” como ejemplo. Lo hice porque me sirve de modelo para explicarte cómo se va a mover este año. Fíjate bien en los detalles del ejemplo, que son importantes: vives en un pueblo y el aeropuerto más cercano te queda lejos; es un gran aeropuerto, pero resulta que no tiene conexiones a Varna, un detalle que has considerado nimio, según tu gran opinión de especialista en viajes virtuales por Google desde el sofá de tu salón. No eres de Bulgaria, no conoces el idioma y, es más, desconoces que los búlgaros son cristianos ortodoxos cuyo país era una república socialista hasta 1990; claro que eso tampoco te importa, dado que piensas que el comunismo no es lo tuyo.
Así que ahí te vas, camino a Varna ¡Quieres lo que quieres y vas a por ello porque piensas que todo es posible!
Entonces ¿por qué vas a Varna? ¿Cómo es que te dio por ir allí? ¿por qué no Cáceres o simplemente Canarias? O puestos a inventar ¿por qué no Bruselas, París o Berlín? Es en este momento cuando debería explicarte algo importante sobre los objetivos.
Está claro que cuando decides vivir o conseguir algo, el objetivo se convierte en tu destino. Pero resulta que siempre hay hay un motivo superior, una razón, que es lo que sostiene a tu objetivo.
En este ejemplo solo te diré que tomaste la decisión ir hasta allí justo después de conocer a una persona que te gusta mucho; lo hiciste por Internet y esos huesitos son la verdadera razón por la que sabes que Varna existe.
El amor es lo que tiene.
Es fácil perderse en el camino
Estoy imaginando, claramente, que eres una persona del “tipo normal”, que piensas que existe la democracia, los derechos civiles y hasta Papá Dios, y que eso te empodera para irte hasta los Balcanes en busca de tu destino, o visto de otra manera, a por tu objetivo.
Pero la verdad es que suspendías inglés, historia y geografía, y aunque te habías prometido no volver a tocar el tema y ahí estás, metido en el autobús de la empresa Samar, con Google Maps y el traductor en la mano, camino a Barajas ¿Qué posibilidades crees que tienes sinceramente, en este momento, de que todo salga bien? ¿crees que saber búlgaro o ruso te ayudaría? ¿crees que si hubieras nacido en Grecia estarías más cerca?
Pero tienes un objetivo, que es tu destino, Varna. No es tu razón, pero es un gran objetivo.
Ahora ubícate, habitante de la sierra extremeña: llegas al aeropuerto de tu país ¿tienes que encontrar la entrada o ya conoces bien el aeropuerto? ¿has llegado con tiempo o has llegado muy justo? Honestamente hablando ¿crees que existe la posibilidad de que, si no andas con tiempo y prestando atención, pierdas el avión? Y una vez en la puerta ¿trajiste tu identificación? ¿necesitabas pasaporte o solo tu identificación personal basta?
Lo que tiene un objetivo es que se convierte en destino y te obliga a pasar por cosas que no pensaste en la calma del salón de tu casa, cuando decidiste ir a por ello.
En el avión el capitán no habla español y la tripulación tampoco, vamos, lo mismo que tú con el inglés ¿te arrepientes ahora? ¿hay turbulencias? ¿es tu primera vez en un avión? ¿pudiste comer algo?
Llegas al aeropuerto de Sofía, que es la capital del país. Te encuentras con un montón de personas en la puerta de salida que tiran por tu maleta y juran y perjuran en algún idioma extraño –puede que sea en búlgaro– que quieren y pueden ayudarte a encontrar el amor de tu vida; pero ninguno tiene una cara que te ofrezca mucha confianza. Al final das con un taxi que elegiste porque es de color amarillo y tiene una gran pegatina que dice “Ok”, lo único que has entendido. Bueno, eso y la luz en verde encendida en el techo, que también te ayudó en tu decisión.
¿Qué posibilidades tienes de olvidar por qué estás allí? Si en ese momento te pregunto qué haces en Sofía ¿dudarías?
Ya casi estás, y por fin vas en camino a la ciudad cuando caes en la cuenta de que el búlgaro es un idioma eslavo que se escribe con caracteres cirílicos. Eso no es español y las letras no son latinas. Después de varios kilómetros andando ya ni sabes si es la ruta justa o te están dando un tour innecesario por el extrarradio de la capital para cobrarte más ¿estás disfrutando? ¿sacaste alguna foto? ¿sientes placer o el estrés es tan grande que ya “es cuatro”?
De pronto el taxista se detiene, te suelta en la estación de tren y se despide con una sonrisa tan extraña que no sabes si te desea buena suerte o hay una porra oculta y ha apostado en tu contra.
Pero tú solo estás en Sofía, y debes seguir hasta Varna, ¿te acuerdas? ¿tienes la boca seca? ¿ya se te comenzó a caer el pelo?
Miras por todos lados, pero no identificas el nombre en ningún cartel que diga “Varna” tal cual ¿mantienes tu entusiasmo inicial? ¿en ese momento piensas en la persona que motivó tu decisión? ¿te acuerdas de algún antiguo amor que tenías en tu pueblo al debiste mantener? ¿te acuerdas de tu cálido sofá en el salón de tu casa o el estrés te está comiendo por dentro? ¿crees que Google es una multinacional que está jodiendo al mundo y que es como Santanás pero en su “digital version”? Si te ofrezco ahora una hamburguesa en McDolnald’s ¿la preferirías a un Kozunak?
Llevas ya casi 36 horas sin dormir y como te equivocaste con el menú, lo que comiste en el avión no te llegó ni al estómago.
El año 2022 es un año como cualquiera, pero diferente
Basta de sufrimientos. Este año se parecerá a ese viaje que he puesto de ejemplo. Lo primero es que ofrece grandes posibilidades de que confundas tus objetivos con tus razones. Me explico. En nuestro ejemplo ¿el objetivo era llegar a Varna o encontrarse con una persona?
Me responderás una cosa o la otra, según estén configuradas tus neuronas.
La respuesta a eso no es importante. Lo que importa es que en 2022 tenderás a ponerte objetivos que están más lejos de tu punto de partida de lo normal, porque tu “entusiasmo interior" –tus razones– te harán ver todo más fácil de lo que realmente es.
Eso no es malo en sí mismo, pero ten en cuenta que tendrás que dirigir tu voluntad hacia lo inesperado e ir descubriendo, sobre la marcha, cada una de las cosas que necesitarás en ese “viaje a Varna" que significa llegar a conseguir o a acercarte a tus objetivos durante el 2022.
A tu favor tendrás que tu entorno cercano puede estar activo y más dispuesto a ayudarte de lo que esperas, lo que te ayudará a mantenerte en tu camino a la vez que mantienes una buena relación con ellos.
En tu contra tendrás que habrán más cosas inesperadas de las que esperas y, desde luego, más de las que te gustaría. Además tú tendrás a aislarte, a sentir soledad e incluso abandono, por lo que tu entorno no se activará a tu favor debido a tu “encerramiento mental" y eso afectará tu camino hacia lo que quieres lograr.
Ese “encerramiento mental” en el que puedes caer aparecerá si cedes al impulso de desear de lograr a toda costa lo que quieres, porque terminarás por pensar que las cosas “se complican y que todo se retrasa”, y esa actitud causará entonces la resistencia de quienes podrían ayudarte, lo que te hará dudar más.
En dos ideas, un resumen final
Así que, por un lado, debes aceptar que te será fácil decidir con demasiado entusiasmo y que tenderás a querer y creer, al principio, que puedes llegar muy lejos demasiado rápido, sin tener en cuenta todo lo que realmente necesitas para lograr tus objetivos. Crearás falsas expectativas.
Y, por otro lado, si no aceptas eso de que “seguro que vas a calcular mal”, terminarás por ofuscarte y desoirás los mensajes de apoyo y de ayuda que la propia vida te estará haciendo llegar constantemente para asistirte en la consecución de tus objetivos.
Dejaremos al destino saber qué sucedió con este viaje a Varna y con la pareja nacida de mezclar dos realidades tan diferentes como la española y la búlgara.
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Habrá que estar pendiente de donde pongo el ojo , gracias David
Gracias David!!!