Resumen
Bueno, imaginar, imaginar, hasta los niños imaginan. Pero para un adulto no es lo mismo; para hacerlo no puede hacerlo como un niño, porque tiene ser consciente de lo que está haciendo. La diferencia es misteriosa y esclarecedora: la congruencia al imaginar es lo que hace que imagines como un adulto y los niños no pueden hacer eso.
Cuando vas a una tienda a comparte algo para una fiesta, lo que sucede es mucho más que solo probarte la ropa; en un pispás tu cerebro te da información sobre la fiesta, sobre la gente que asistirá y sobre el lugar en donde se realizará. A la vez te imaginas en el evento con esa ropa puesta y la gente viéndote. Enseguida asumes un sentimiento sobre todo ello, y en esos segundos en los que tomas la prenda en la mano y te la medio colocas encima “para ver cómo te queda”, decides; y lo haces tomando todo eso en cuenta, y a toda leche.
Y es cierto que sin tu imaginación eso no sería posible, pero la parte que nos interesa de todo ello esta vez es que sabes “el por qué” te compras esa ropa y, por tanto, las imágenes que crea tu cabeza se refieren solo a ello en ese justo momento. Eso se llama congruencia de la imagen.
Lo que vamos a hacer esta vez es aprender el principio detrás de imaginar, y de las imágenes que creas, como herramienta de tu propio crecimiento personal.
Me parece que tú eres muchos “tú”
Empezaremos por decir que imaginar es la base de todo en tu vida y lo haces todo el tiempo, solo que no te has dado cuenta porque te enseñaron que eso era otra cosa. Es más, respetando el hecho de que los niños tienen una cabeza menos madura y menos formada, el proceso de imaginar de un adulto es básicamente el mismo, sin embargo, lo que quiero es que aprendas a hacerlo conscientemente.
Para lograr eso debes saber crear congruencia y eso se hace partiendo de lo que ya existe en tu vida, sin fantasear, pero sin dejar fuera todas las buenas posibilidades que tienes. Por eso empezaré por hacerte referencia a un poema de Walt Whitman, “Canto a mí mismo” en el que justificaba sus opiniones e ideas a veces contradictorias escribiendo: “contengo multitudes”.
El hombre era un poeta muy intuitivo, y hay quien incluso dice que se adelantó a la neurociencia. Yo me quedo con lo de intuitivo, porque en realidad es así: eres un compendio de conexiones inmensas y casi infinitas que se mueven dentro y fuera de tu cuerpo, y que dan como resultado final lo que eres.
Te lo digo de otra forma, para explicarme mejor. Puedes imaginarte que eres, sin dudarlo, la suma de las distintas versiones de ti que viven flotando dentro del espacio que tú considerarías tu propio cuerpo, y que terminan expresándose como lo que eres y lo que estás siendo.
Tu mente miente. Pero ella sabe, tú no
En este momento imagino que te preguntarás ¿y eso qué tiene que ver con la congruencia y las imágenes? Y más ¿qué coño es eso de congruencia y qué tiene que ver con imaginar conscientemente? Vamos a ello.
Fíjate en algo. Imagina que te digo que ayer estuve imaginando que caían, durante toda la tarde y toda la noche, diamantes del cielo ¿Qué dirías? ¿Crees que imaginar eso me llevaría a lograr algo? ¿Eso es imaginación o es fantasía?
Es fantasía, está claro. Aquí no llueven diamantes, no estamos ni en Júpiter ni en Saturno. Es simple.
Desde luego que es mentira lo que he imaginado, así que entra dentro del mundo de la fantasía. Utilicé mi imaginación para crear imágenes idealizadas que dan como resultado que lo que he imaginado es algo que es tan poco probable que “te das cuenta” de la incongruencia de lo que he hecho, y a eso te enseñaron a llamarle una mentira.
A tu mente, te des cuenta o no, hay cosas que le dan mala espina porque son incongruentes, es decir se nota que hay algo que no va.
En mi ejemplo de la lluvia de diamantes no es necesario saber de física o de química a nivel de experto para entender que en este planeta no llueven diamantes. Eso puede que pase en Júpiter o en Saturno, porque tienen unas atmósferas muy raras pero, en la tierra, eso no pasa.
¿Y porque sabe tu mente que es incongruente si no sabes de física o química? ¡Porque vives aquí!, y que ella recuerde no ha visto llover diamantes nunca; es más, no sabe ni tiene registrado nada de nadie que lo haya afirmado y, aún más lejos: no hay ni mitos ni leyendas humanas contando que hayan caído diamantes del cielo nunca.
El maná sí que cae del cielo, pero ¿diamantes? ¿en serio? ¡Venga ya!
La mente es congruente y crea un puente
Insisto: cuando una imagen es buena, y las hay, lo es porque es congruente y eso hace que tenga los mejores resultados en cualquier ámbito en el que se quiera influir porque tu mente no la rechaza, al contrario, la reconoce. Pero ¿cómo es que una imagen que creas en tu cabeza se hace congruente? Porque se basa en algo que es real; parte de lo real y luego evoluciona.
A ti no se te ocurriría imaginar que tus ingresos aumentan con ayuda de las tortugas ninja. Tampoco lo harías con Santa Claus o con los Reyes Magos, porque sabes que eso no es real, es fantasía. Y lee bien: es el mismo proceso de imaginación, siempre, pero en este caso al meter en tu imagen a Santa lo que harías es crear imágenes fantásticas que no tienen ningún efecto real en tus cambios porque parten de historias y de otras imágenes que no son reales. Por eso no son congruentes para tu mente.
Se te educa para que entiendas lo que es real para la gente con la que vives.
A ese tipo de imágenes fantásticas se las clasifica de mentiras y son penalizadas socialmente para lograr alinearte con el colectivo en el que vives. Solo que, cuando dejas de creer en esas “mentiras” hay algo que puedes correr el riesgo de perder: tu conexión con tu capacidad de imaginar y, sin ella, empiezas a ser un adulto un poco menos sano.
Así que no se trata de imaginar cosas fantásticas, eso no cambiará nada en tu vida. Se trata de entender que tu capacidad de imaginar es la habilidad que tiene tu mente de crear puentes que conecten ideas que, a priori, no estaban unidas. Por eso, cuando eres congruente imaginando es cuando tienes una ventaja enorme.
Sencillo, ¿verdad?
Tú siempre estás, por delante y por detrás
Vamos a afinar la idea ahora: al imaginar partes de imágenes que ya tienes en la cabeza, eso aumentará tu congruencia. Luego ellas evolucionan solas, pero no aparecen “de la nada” sino que están ahí, guardadas, en la biblioteca que es tu memoria, aunque tú no las recuerdes. Aparecen, se mezclan, y crean imágenes nuevas.
Puedes llamarlas recuerdos, aunque no seas consciente de haberlas tenido ahí guardadas, ni de haberlas vivido.
Ahora, antes de completar la idea, piensa en esto: ¿qué sucede si cambias algo físico de ti? ¿qué sucede si cambias tu rostro, tu cabello o tu vestimenta? Y si cambias tu nombre, ¿sigues siendo tú? Y si te mudaras, ¿serías igual? ¿te sentirías diferente? ¿podrías aparecer ante los demás de otra manera, diferente y distinta? Vamos un poco más lejos: dentro de ti están las mentiras que has dicho, y también las verdades. También el amor que sientes o has sentido y el odio que te impulsa o te ha impulsado alguna vez.
Si has sido capaz de responder esas preguntas te habrás dado cuenta de que pase lo que pase, sigues siendo tú. Con el pelo corto o largo, eres tú. Con el pelo teñido o no, eres tú. Si vives en Madrid y luego te mudas a Roma, eres tú. Siempre tú.
Pues esta es la magia: aunque no sepas muy bien cuál es tu autentico yo, toda esa información está dentro de ti y casi toda es inconsciente. Dentro de ti convive la persona que tiene o no tiene pareja, lo que haces en tu trabajo, tu posición, tus relaciones, tu sangre y tu lugar de nacimiento. También está quien descendiente de tus padres, pero también quien tiene o no tiene descendientes. Pero tú sigues siendo “tú”.
Cuando imaginas definiendo lo que quieres y partiendo de las cosas reales que hay en tu vida, tu “tú” tomará el control y las imágenes evolucionarán solas, sin convertirse en fantasías, porque detrás de imaginar siempre estarás “tú” y siempre “el tú que está por encima” de todo eso que es el que eres.
Cuando imaginas, eso es lo que sucede. Sigues siendo tú aunque quieras cambiarlo todo. Eso es lo que quería expresar Whitman en su poema: eres lo que surge de la unidad de tu cuerpo y de tu mente y eso es todo lo que realmente tienes.
Celébralo porque esa es la razón por la que tu proceso de imaginar puede ser canalizado hacia tu propio bienestar y el logro de más comodidad en tu vida, partiendo de lo que te importa.
Mejorar Mi Economía 2022
La agenda parcial del 2.022
![](https://substackcdn.com/image/fetch/w_1456,c_limit,f_auto,q_auto:good,fl_progressive:steep/https%3A%2F%2Fbucketeer-e05bbc84-baa3-437e-9518-adb32be77984.s3.amazonaws.com%2Fpublic%2Fimages%2F58a7bc8f-4653-4755-ab7f-ca19d613cd78_1280x720.png)
Las actualizaciones informáticas y este boletín
Debido a las actualizaciones de seguridad de tu correo puede que en algún momento no encuentres el boletín. No es tu culpa.
Si te sucede, revisa la carpeta de correo no deseado, “spam”. Si está allí marca este correo como "no es spam"; también puede que “Energética en tu email” pase a la pestaña “Promociones”.
Acceso al boletín en la Web
Recuerda que siempre puedes ver todo el contenido al que tienes acceso en el sitio web del boletín y para entrar en tu cuenta puedes ver este email, que te explica cómo hacerlo.
La seguridad de tu correo
El email desde el que te envío este boletín es daveflores@substack.com, tenlo en cuenta porque nunca te enviaré ningún email para pedirte información, de ningún tipo.
Puede ser útil crear este email como contacto, por ejemplo, llámalo “Boletín de David” para que sea más fácil identificarlo por si alguien utiliza otro email parecido como trampa para meterse en tu correo.