Resumen
En este email te presento la idea de que el nuevo ciclo de transformación global, quue llamo Nuevo Gran Ciclo Energético (Nuevo-GCE), durará aproximadamente 2100 años. Además, que su primera etapa, llamada "Primera Era Robótica", traerá avances en la exploración espacial y la biotecnología, impactando profundamente en toda la sociedad y en la percepción humana del conocimiento.
Esta energía necesita de tu adaptación, para que puedas sacar provecho de este nuevo paradigma, reconfigurando tu forma de comunicar, tu toma de decisiones y tu creatividad. La idea es que te adaptes rápidamente a navegar el conocimiento, a automatizar el análisis, la toma de decisiones, la generación de ideas o la resolución de problemas y habitar en el nuevo espacio digital que se está creando.
Al final, te propongo un ejercicio simple que ayudará a tu mente a adaptarse a esta idea de cambio.
Lo que deberías saber.
Antes de empezar, quiero repasar en 4 puntos la información básica de la que partimos, para que no te pierdas.
Lo primero es que a partir del pasado 29 de enero se introdujo una nueva energía que se mostrará completamente el 19 de junio de 2025 y estará disponible el 27 de agosto de 2025.
Esta nueva energía es la primera de varias etapas de un nuevo ciclo más largo que llamaremos “Nuevo Gran Ciclo Energético” o “Nuevo-GCE”, que durará unos 2100 años. Esta primera etapa le he puesto el nombre de “Primera Era Robótica”, porque las imágenes me muestran que se centrará en la exploración espacial y la biotecnología, acompañados de la tecnología que originó a las Inteligencias Artificiales.
Esta nueva Era producirá, como consecuencia de su llegada, nuevas estructuras sociales y tecnológicas, creando una mayor presión sobre nosotros, como personas. La inteligencia artificial jugará un papel clave en la gestión de datos y la adaptación humana, y es de esperar que la tecnología transforme la comunicación y fomente nuevas formas de colaboración global.
Para tu referencia, y para que tengas un poco de perspectiva, este Nuevo-GCE, se refiere también a la era astrológica que desde principio del siglo XX algunos han llamado Era de Acuario. Y, sobre todo, es importante que no la confundas con el nuevo y actual Proyecto Humano, que llamo “Proyecto Artemisa”.
Por último, te proponía imaginar esta nueva energía como una ola, enorme y duradera. En detalle, la imagen que te sugería es la de visualizarla como flujos y esferas en un océano en movimiento para facilitar tu adaptación.
El anterior gran ciclo energético.
Para que tengas una idea clara de cómo funcionan estos grandes ciclos, el anterior a este empezó hace 2454 años. En ese momento Atenas estaba en su apogeo, que era tal que de lo que se hizo en ese período es que hemos heredado nuestra filosofía y nuestro pensamiento crítico, el arte y la arquitectura, y hasta la política y la democracia. Pero como imaginas, cuando llegó el nuevo ciclo todo cambió, abriendo la posibilidad de la llegada de Alejandro Magno, cuyo trabajo energético fue crucial para el comienzo y desarrollo de ese “Anterior-GCE”.
Si quisieras buscar las referencias históricas, te propongo asumir que este ciclo anterior comenzó con una primera era, que nosotros llamamos Era Helenística. Y fueron la peste, la muerte de Pericles y la guerra del Peloponeso los eventos que dieron paso al cambio en 3D. Debes saber que a la vez que Atenas caía, Macedonia empezó a crecer y a fortalecerse, hasta que llegó el tiempo de Alejandro Magno.
Claro que estos datos no coincidirán con la historia contada en la escuela, ni tampoco con las eras astrológicas. Tampoco es que eso importe mucho, dado que aquí te hablo de grandes cambios de energía, con el objetivo de que aprendas a anticiparte a lo que viene. Así que, lo que puedo contarte es que, al Anterior-GCE le sigue el Nuevo-GCE, que está comenzando.
Entendiendo lo que empieza.
Para que tengas una idea de lo que sucede, vamos a recordar el pasado, pero visto con un poquito de salsa rosa energética. Imagina el momento en el que Colón se encuentra con los Reyes Católicos, que por fin lo reciben porque estaban super ocupados con lo de Granada. Y quiero que pienses ahora en la razón lógica por la que Colón va a pedir barcos a Portugal, y a España. No eran las gentes más poderosas en ese momento, pero sí quienes tenían a su disposición la tecnología necesaria para la construcción de barcos resistentes que aguantaran un viaje transoceánico. Y quiero arriesgarme a decirte que es el uso de esa tecnología lo que cambió la estructura misma del mundo conocido.
Miralo desde otra perspectiva. Hoy sabemos que chinos y vikingos estuvieron en América antes que Colón. Eso es un hecho. Pero, con él, hubo una diferencia significativa, y es que sus barcos no solo fueron, sino que regresaron. Y esa es la diferencia con otros, que no pudieron o no supieron crear una forma segura de navegar hasta allí, y luego regresar. Colón fue y vino porque la tecnología con la que construyeron sus barcos hizo que estos aguantaran el viaje. Si no hubiera sido el caso, se habrían ahogado todos.
Ahora fíjate en la siguiente idea. De manera análoga, hoy tienes a tu disposición un vasto océano de información global, que existe el un mundo bidimensional, llamado digital. Toda ella está disponible para ti, pero hasta hoy solo parcialmente asequible, y por medios conocidos y tradicionales, como investigación manual, lectura extensiva, o formación académica prolongada. Esa información está allí, disponible pero inaccesible, como lo estaba América antes de Colón. Y, al igual que en ese caso, solo faltaba poder llegar hasta ella.
La llegada del Nuevo-GCE.
Para que no te pierdas, y diciéndolo de forma más abreviada, lo único que se necesitaba entonces era un barco que fuera capaz de hacer el camino de ida y vuelta desde Europa hasta América, para poder acceder a esa realidad. De la misma forma, ahora necesitábamos una herramienta que nos hiciera posible la navegación comprensible por esa maraña infinita de datos que hemos creado. Y esa tecnología es en la que se basan todos los modelos IA.
Hoy ya se puede atravesar ese mar de datos de manera acelerada, encontrando conexiones, patrones y respuestas que antes eran inaccesibles. Y eso va a cambiar la realidad de todos, otra vez y como lo hizo entonces el poder ir y venir de América. A partir de ahora tú y yo estamos en disposición de extender nuestros dominios sobre el mundo del conocimiento, la subjetividad y la percepción de la realidad.
Y esto será así porque este Nuevo-GCE no implica un cambio en tu trabajo físico, sino en la manera en que adquieres, procesas, almacenas y utilizas la información para interactuar con tu entorno. Lo que quiero que aprecies es que esta energía, que está empezando a instalarse, no solo implica una transformación en lo que percibes del mundo y lo que reconoces de él, sino que también afecta la formación de ideas en tu cabeza, tu toma de decisiones y la manera en que resuelves los problemas, y hasta tu memoria y tu creatividad.
Un nuevo espacio, virtual y bidimensional.
La Era que comienza trae el potencial de crear un espacio nuevo y un nuevo entorno, con sus propias reglas. Es un espacio emergente, y al que hoy llamamos digital, y que no sigue las mismas reglas de la realidad física. Y lo que está sucediendo es que se está convirtiendo en un nuevo mundo, con sus estructuras propias de percepción, tiempo, identidad y causalidad.
En este mundo, en el que entramos sin darnos cuenta con un nuevo cuerpo digital, el conocimiento no es estable, sino maleable, y depende de algoritmos probabilísticos. Tu identidad dentro de él, como homo sapiens que eres, ya no es única y tangible al modo en el que te ves en un espejo. Allí dentro eres una entidad múltiple, fragmentada en avatares digitales y huellas algorítmicas. Y, además, dentro del mundo 2Dimensional que es el digital, el tiempo no es lineal, sino un flujo acelerado de procesamiento de datos en paralelo.
Si vuelves a echar mano de la historia, bien podrías decir que en las Eras anteriores lo que sucedió es que llegamos a territorios desconocidos, como América, o automatizamos la producción, como con la máquina de vapor. Así que, partiendo de allí, es perfectamente lícito que asumas que lo que nos está sucediendo es que estamos explorando una nueva forma de existir dentro de un mundo paralelo, de naturaleza digital.