Resumen
Volvemos a los emails con ideas sencillas y básicas. Plantearte conceptos más teóricos es siempre interesante, porque mejoras tu comprensión de lo que en verdad sucede, dentro de ti y con respecto a todo lo espiritual. Pero luego hay que aplicarlos, para que los integres.
Y la idea sencilla que encontrarás aquí es que no hay cambio sin espiritualidad. Y la razón es que, cuando piensas que “tienes que cambiar” por cualquier razón o motivo, lo que estás invocando es capacidad de adaptación, que depende mucho de que tengas una espiritualidad sana.
Así que, vamos a ver de forma sencilla, cómo es que esta idea tan básica funciona.
Lo que sucede
Verás, resulta que para ti y para todo hijo de vecino de este planeta, la manera en que te comportas y vives tu vida está compuesta de las cosas que haces, y que son actividades a veces conscientes y otras inconscientes. Y son estas acciones que realmente haces, las que determinan al 100% los resultados que tienes con relación a los objetivos que te has propuesto conseguir.
Eso es a lo que llamamos comportamiento, que es una palabra que define la manera en que tú respondes a lo que te sucede en la vida. Y no se trata de reacciones puntuales, sino que se refiere al conjunto de todas las acciones y reacciones, reales y concretas, que tienes ante las circunstancias que te toca vivir día a día.
Pero, dentro de todo tu comportamiento, siempre hay prácticas seculares que promueven el bienestar y la salud. En palabras sencillas, esas prácticas seculares son lo que nosotros llamamos en este boletín “espiritualidad”. Y eso puede traducirse perfectamente en el conjunto de los recursos de los que dispones para mantener una buena actitud mental y física, como son creencias positivas, valores éticos, reacciones proactivas en sociedad y prácticas de autoayuda.
El efecto personal
En resumen, la integración de estas prácticas en tu vida diaria mejorará muchísimo tu bienestar general. Y es por eso por lo que el asumirlas no solo mejora tu bienestar físico y mental, sino también tus resultados. Pero, como ves, hablamos de “creencias positivas”, “valores éticos”, “reacciones proactivas” y “autoayuda”, que son cosas, todas, conectadas con tu espiritualidad y tu necesidad de Trascendencia.
Así que, si necesitas razones para entender esto te ayudará saber, por ejemplo, que las creencias positivas te ayudan a enfrentar el estrés, promoviendo en ti mejores reacciones y reduciendo la posibilidad de complicaciones emocionales. Es decir, sentirás más tranquilidad y menos ansiedad, porque tus experiencias ya trascendidas aumentarán tu confianza en tus propias capacidades.
Y en lo que se refiere a tener valores éticos, lo que lograrás es evitar situaciones estresantes, anticipándote a aquellas que puedan terminar por perjudicar tu salud mental y física. En la práctica, diríamos que evitarás meterte en jardines que no te convienen, porque podrás anticiparte a los problemas que te causarán.
El efecto en tus relaciones
Además, no solo hay efectos a nivel personal, sino que también en tu relación con otros. Tu proactividad en tus relaciones te permitirá crear una red de apoyo que te ayude durante momentos difíciles. Cuando hablamos de “proactividad en tus relaciones” hablamos de servicio y resiliencia. Dos palabras que van a ayudarte a hacer muchos amigos que ayudan.
Como punto adicional, el tener acceso a una buena información de autoayuda te dará la inspiración y la motivación que necesitas. A la vez, podrás tener grandes referencias a través de la literatura, de historias antiguas o de las referencias biográficas de personas que han superado sus propias adversidades.
Esas historias te acercarán a nuevos modelos mentales, que pueden aportarte estrategias y motivación para enfrentar tus propios desafíos con más optimismo y resiliencia.
Las practicas espirituales
Y no solo se trata de leer, como acabas de ver. El que aprendas a utilizar tu imaginación te ayudará a mantener una actitud positiva que mejorará tus niveles de bienestar, felicidad, esperanza y optimismo. Puedes complementar tus ejercicios de imaginación con meditación, que es una práctica de origen religioso, o con mindfulness, que es una práctica de origen secular.
Al final, de lo que se trata es de que asocies que cuando tienes dificultades, necesitas ir más allá. Claro que, en una conversación en un bar, diríamos que lo que se quiere es resolver los problemas. Pero ésta no es una de esas charlas relajadas que tenemos tomando algo con alguien. Aquí necesitas tener una vía clara que explique, de forma realista y concreta, el cómo encontrar esas soluciones que necesitas.