Resumen
Vamos, esta vez, con una idea clarificadora y precisa sobre cómo trabajar con atributos. Es posible que pensaras, después del último email, que iba a tocar el tema de los ángeles. Si fue así, lo siento. Dije que lo haría, pero no dije que enseguida.
Primero necesitas tener claras cosas muy importantes sobre el email anterior, porque dada nuestra educación, solemos dar por sentadas algunas cosas que no deberíamos.
Como católicos culturales que somos, estamos muy acostumbrados a la idea de que se puede rezar a una figura, como la de una virgen o un santo. Pero no estamos tan acostumbrados a que, cuando queremos trabajar con la Energía de Tierra, la cosa no puede limitarse a un acto mental. Debo aclarar, por si acaso, que un católico cultural es alguien que, siendo bautizado y criado en un país católico, no es un practicante de la religión.
Volviendo al tema, te he propuesto una idea que es importante. He dicho que se puede trabajar la Energía Tierra. Y es posible que te preguntes por qué tendrías tú que hacer eso. No es una mala pregunta, así que vamos a ello, y hagamos resumen a la vez.
El Cielo, lo Humano y la Tierra
Lo primero es entender que hay 3 tipos de energías. Dentro de ellas caben todas las conocidas, y las no conocidas también. Me explico. Si mañana viniera un extraterrestre y se presentara en mi casa, lo primero que haría sería clasificarlo, para saber si es de Tierra, de Cielo o Humano.
Esta es una clasificación práctica, así que no pertenece a ninguna religión. De hecho igual alguno se ofende cuando digo que la Virgen María es una Energía de Tierra, y que por eso no asciende, como los humanos, sino que “asunciona”. Sí, si, ya sé que esa palabra no existe, pero es vital para que entiendas que “ella no sube sola”, que tenemos que asumir que está ahí, esperando, y que tenemos que hacernos cargo nosotros.
Antes de seguir, aunque la cosa se pone calentita, tengo que admitir que he tomado esta clasificación de Cielo-Tierra-Humano de los chinos antiguos. Lo he hecho por dos razones. La primera es que es sencilla y muy intuitiva. La segunda es que no es excluyente, lo que es una bendición cuando quieres estudiar muchas culturas. Pero aclaro, por si fuera necesario, que cuando digo que “no es excluyente” quiero decir que puedo aplicarlo a otras culturas, sin que éstas pierdan su esencia básica. Eso te ayuda a desarrollar un modelo en tu cabeza que te permita ubicar qué es lo que estás haciendo y, sobre todo, con quién estás trabajando.
Diferencia entre Cielo y Tierra
Imagino que, para seguir leyendo, necesitas una especie de ficha, que te explique claramente lo que es una cosa y lo que es la otra. Por eso tengo un ejercicio mental para ti. Imagino que puedes ver la diferencia entre el color amarillo y el rojo. Imagino un poco más, y pienso que no podrías explicarme en dónde está esa diferencia. Pues el Cielo y la Tierra son un poco así. Te aprendes lo que es Cielo y lo que es Tierra, y vas tirando. Ten en cuenta que Picasso tampoco podía explicar la diferencia entre amarillo y rojo, y aún así hizo virguerías.
De todas maneras, hay una regla de memorización para entender lo que implica una y lo que implica la otra. Veamos la cosa. El Cielo te da energía, siempre. Para ello no te pide más que “conectar con él”. Si revisas todos los emails que contengan la palabra “arquetipo” en el título, sabrás de lo que hablo.
La Tierra, por el contrario, necesita que te hagas cargo de cosas, como pasa con lo de la Virgen María, que te conté antes. Así, en función de los contratos que asumiste cuando viniste a este planeta, y para ayudarte a adelantar y a avanzar en la resolución de esos compromisos, la Tierra ha puesto a tu disposición a los atributos, que son su equivalente a los arquetipos.
La Tierra y tus contratos
Técnicamente se podría decir que esos contratos son “tu karma”. Y, al contrario de lo que el común de los mortales cree, se pueden hacer cosas “para quitar karma” o, como diríamos nosotros, ir resolviendo cosas que están en tus contratos. Lo interesante de esta idea es que no necesitas saber que partes son esas. Solo tienes que asumir que existen, y actuar en consecuencia.
Para ayudarte a entender esto, imagina que este planeta es como un puzle en construcción. Puedes asumir, en ese caso, la idea de que esos contratos se pueden entender como la parte del puzle que te toca poner a ti, porque tú la tienes y solo tú puedes ponerla donde va. Y puedes asumir, sin temor, que todo lo que puedas adelantar en ese sentido te hará más fácil la vida. Para redondear esta idea, piensa que estamos en una roca, dando vueltas en el espacio.
En esta roca no hay nada de nada. No hay justicia, no hay amor, no hay alegría. Nada. Nada es nada. Somos nosotros los encargados de construir algo que sirva, para que este planeta sea reconocible, y servible para todas las gentes por venir. Ese es nuestro trabajo, y si no lo hiciéramos nos borraría del juego.
Contratos y atributos
Los atributos son energías del planeta, asociadas a lugares, que están en disposición de ayudarte a poner al día o a adelantar, si fuera el caso, todo lo que tiene que ver con tus contratos. Habitualmente, por si lo dudas, nadie está al día. La inmensa mayoría de los humanos estamos permanentemente retrasados en este sentido, sobre todo por no entender muy bien lo que significa la palabra karma.
Dicho eso, solo tienes que saber que, para poder trabajar con atributos, hay dos reglas que debes seguir.
La primera es que un atributo se visita. No puedes trabajar para un atributo desde la comodidad de tu casa. Como derivada de esta primera regla, debes entender que normalmente todo irá mejor cuanto más alejado esté ese atributo de tu casa. Me explico. Si vives en Jerusalén, la ciudad vieja no te valdrá de atributo.
Lo segundo es que, al entrar en el lugar debes presentarte. No vas como turista, sino a trabajar. Así que imaginas que, cuando llegas, el lugar es como una persona y le hablas, en tu mente. En ese pequeño ejercicio le pides su ayuda, y le muestras tu disposición y respeto para lo que te necesite, a cambio de ayudarte con tus contratos. Y eso es todo. Ir y ponerte a su disposición.
Cosas a tener en cuenta
No te enfoques en lo que tienes que hacer, o visitar, cuando llegues al lugar.
Desde el momento en que te presentas mentalmente al lugar, él toma el control.
Todo lo que pase está en la línea de lo que él quiere que suceda.
Si tomas drogas o cualquier tipo de alucinógeno, no te recomiendo que trabajes con atributos, o lo pasarás mal.
Evita emborracharte. Puedes tomar algo, pero recuerda que vas de trabajo.
Sentirás un cansancio mayor de lo normal. Es por el trabajo energético, que implica un extra de esfuerzo, aunque no lo veas.
Normalmente tendrás que caminar mucho.
No te tomes nada de lo que sucede a personal.
Cuando termine tu viaje, terminó. No le des vueltas, y regresa a tu vida normal.
¡Hola David!
Gracias por esta nueva puerta!!
A parte de los sitios que dices en el email #56 y #59, respecto a los eventos que mencionas en los emails anteriores #50 y #53 , en el caso de ir a trabajar tus contratos ¿solo has de marcar la intención y seguir el protocolo de cómo ir al sitio y entonces no hay que hacer nada antes? Lo digo por ejemplo por el caso de los viajes que se aprovechan y se convierten en Eventos en los que sí hay que invitar a alguien antes o hacer una donación. He entendido que en este caso, no hay que "hacer" nada antes, ¿correcto? solo la intención.